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Se revisarán buenas prácticas y desafíos en torno a cuatro ejes principales: movilidad humana y adaptación al cambio climático; pérdidas y daños; prioridades para la región; coherencia entre marcos estratégicos; y gobernanza de la movilidad climática.
Bogotá D.C., 4 de noviembre de 2023
Desde este martes, Colombia será la sede de la Primera Conferencia Regional sobre Movilidad Humana y Cambio Climático en América Latina y el Caribe, donde delegados de 25 países de la región intercambiarán experiencias, como preparación para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP28, que se llevará a cabo del 30 de noviembre al 12 de diciembre de 2023 en Dubái (Emiratos Árabes Unidos).
Representantes de gobiernos, organismos internacionales y la sociedad civil, y expertos revisarán durante dos días buenas prácticas y desafíos para el abordaje de la movilidad humana vinculada a los efectos del cambio climático, a partir de cuatro ejes principales: movilidad humana y adaptación al cambio climático; coherencia entre marcos estratégicos; pérdidas y daños, prioridades para América Latina y el Caribe; y gobernanza de la movilidad climática.
Colombia fue el país seleccionado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para ser anfitrión de esta primera Conferencia Regional por su liderazgo en la agenda de lucha contra el cambio climático y por el trabajo del Gobierno Nacional en temas migratorios con enfoque ambiental y climático.
El encuentro fue convocado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia y la OIM.
El presidente Gustavo Petro ha manifestado que una salida democrática al problema migratorio está supeditada a superar la crisis climática y la pobreza que provoca. Así lo expresó el pasado 22 de octubre en la Cumbre Regional sobre Migración ‘Encuentro por una vecindad fraterna y con bienestar’, celebrada en la ciudad mexicana de Palenque.
Los países de América Latina y el Caribe están muy expuestos y son vulnerables a una serie de amenazas vinculadas con el cambio climático, incluyendo la mayor frecuencia e intensidad de tormentas extremas, períodos de sequía más prolongados, aumento del nivel del mar, deshielo de glaciares y otros. La movilidad humana es un componente clave de la vulnerabilidad y la respuesta de América Latina y el Caribe a esta amplia gama de amenazas climáticas.
De acuerdo con el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), “la migración y los desplazamientos asociados con las amenazas climáticas son cada vez más frecuentes en América Central y del Sur, y se espera que sigan aumentando’.
El IPCC es el órgano de las Naciones Unidas que evalúa la ciencia relacionada con el cambio climático.