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El mandatario dijo que “no es un regalo, sino una deuda que el Estado está pagando parcialmente” a esta población vulnerable.

Medellín, 30 de mayo de 2024

Si la Reforma Pensional es aprobada en los próximos días por el Congreso de la República en su último debate, entre 8 y 10 billones de pesos que van para Colpensiones anualmente se destinarán a pagarles a más de tres millones de ancianos y ancianas una renta pensional, ya no desde los 80 años de edad, sino desde los 75 años, incluso desde los 70.

Así lo aseguró el presidente Gustavo Petro en Medellín, donde hizo el lanzamiento oficial de la nueva transferencia para adultos mayores de 80 años, quienes ya no recibirán $80 mil mensuales como hasta ahora, sino $225 mil, si están inscritos en el programa Colombia Mayor.

“Esta es una deuda que estoy pagando parcialmente, no es un regalo, como ciertos sectores pudientes de la sociedad colombiana llaman a este tipo de transferencias que se entregan a personas que han trabajado toda su vida en el hogar, como muchas mujeres criando los hijos, acabando literalmente su vida física para que otros puedan vivirla mejor, madres”, afirmó el mandatario.

Dijo que estos mayores de 80 años, en su mayoría madres, merecen que su trabajo sea reconocido, no solo emotiva y socialmente, sino en términos económicos en las cuentas nacionales de la nación.

“Por qué un trabajo en una fábrica es reconocido como tal y un trabajo en un hogar no, donde todos los días, a todas horas, prácticamente desde las madrugadas hasta muy tarde, no es tenido en cuenta en nuestras propias cuentas nacionales. ¿Acaso porque es un trabajo de la mujer tiene que ser invisibilizado, sin salario?”, se preguntó.

El jefe de Estado manifestó que “esta renta pensional es una forma de entregarle a la mujer de Colombia su derecho a pensionarse por su trabajo de toda la vida cuidando, precisamente, la vida”.

El presiente Petro reconoció también el trabajo de los hombres que, desde comienzos del siglo 20, fueron arrieros y los primeros fundadores que, a lomo de mula, subieron la montaña para alcanzar las cumbres, y fueron el sustento de Colombia con el cultivo de café.

“Ese trabajo que se fue construyendo allí sin que ningún Gobierno lo planificara, ni el Estado sabía de esas columnas de hombres y mujeres y niños caminando por las trochas con sus mulas, lo hizo la misma gente, el mismo pueblo, sin permiso, por su propia iniciativa”, anotó.

Enfatizó que “este Gobierno ha querido, al llegar aquí, a Medellín, a restablecer profundas tradiciones que nunca se debieron perder tradiciones del pueblo de Colombia el del cuidar el agua, el de cuidar la montaña y el árbol el de respetar la vida en cualquiera de sus formas”.

Aseguró que, con esta renta pensional, el Gobierno del Cambio quiere entregarles a esos viejos y viejas cafeteras que hoy subsisten sin ninguna pensión, “a pesar de que entregaban miles de millones de dólares para sostener el Estado y su economía, nunca tuvieron derecho a una pensión”.

Aclaró que “no se trata de un regalo” sino que es un esfuerzo para “esos más de tres millones de abuelos y abuelas que hoy no tienen ninguna pensión”.

Comentó que a estos colombianos “los vemos en los parques todos los días, en los espacios públicos, en los parques y en los sistemas de transporte o que aún tienen un puesto de ventas en la calle, bajo el sol o bajo las lluvias o en el frío, o en el inmenso calor, cuando ya debería estar descansando, porque ha trabajado toda su vida y porque su trabajo ha ayudado a construir esta nación Colombia”.

El mandatario sostuvo que desde hoy el Gobierno del Cambio comienza a entregar esa renta pensional “porque ya algunos recursos, aún sin la Reforma Pensional, habíamos acumulado para este esfuerzo, es para los mayores y las mayores de 80 años”, señaló.

El Presidente advirtió que es necesario que el conjunto del trabajo, en lugar de volverse un mercado financiero, se vuelva un instrumento de solidaridad humana “de tal manera que con esos mismos recursos se pague a los actuales pensionados y paguen también con los recursos del presupuesto de Colombia a cerca de tres millones de ancianos”.

De ellos, aseguró que “no son un estorbo, porque son parte de la fuerza productiva de la familia y, como tal, tienen que ser valorados hasta el final, en medio del afecto, en medio del amor. La política del amor es esta, la que estamos entregando en el día de hoy”.

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