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“Este es uno de los días que me gusta de la Presidencia de la República, porque se siente en concreto la realización de lo que yo llamo la justicia social”.
“Ojalá que esta tierra que entregamos se llene de alimentos. Cuando siembren las semillas, piensen en sus hijos, en sus vecinos, en la Colombia entera. Cada semilla que se siembra es una oración”.

Santa Bárbara de Pinto, Magdalena, 1° de junio de 2024
“Aquí el señor Raúl Botero ha decidido vender su hacienda Yajaira. Esta hacienda es una acción que no es simplemente un acto mercantil, de compraventa, como si se compra un pantalón o una camisa, sino que simboliza muchísimo, porque la historia de estas comarcas, de todo el Caribe, de buena parte de Colombia, es la historia de la lucha por la tierra”. 
De esta manera el presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, se dirigió a los campesinos del municipio de Santa Bárbara de Pinto, en el departamento de Magdalena, a los cuales el Gobierno, mediante la Agencia Nacional de Tierras, hizo entrega de 658 hectáreas de tierra fértil, compradas a un ganadero antioqueño.
“Este es uno de los días, las horas, los instantes que me gusta de la Presidencia de la República, porque se siente en concreto la realización de lo que yo llamo la justicia social, la posibilidad de que un gobierno ayude a que la población más excluida pueda tener un espacio bajo estos soles, en esta tierra, y se pueda construir entonces la paz”, aseguró el mandatario.

‘Estamos ante una solución’

“Cuando estudiamos la historia de la Costa, la que escribió aquí cerca un vecino muy talentoso, uno de los grandes intelectuales de Colombia, Orlando Fals Borda, la ‘Historia doble de la Costa’, nos encontramos con generaciones enteras que han luchado por tener un pedazo de tierra”, aseveró el Presidente.
Complementó: “Esa contradicción entre lo que nos dejaron los españoles, tierra concentrada, y la necesidad humana de alimentarse y de sembrar la tierra, ha traído la guerra y la violencia en Colombia”. 
El jefe del Estado indicó que “por eso, cuando hoy, después de tanta violencia, después de lo que ha pasado en el Caribe, después de tanta muerte, podamos encontrar un camino pacífico, un camino que significa la paz, para resolver este conflicto de siglos, me parece que estamos ante una solución, ante un buen camino, ante una buena posibilidad”.
El mandatario se dirigió al hacendado vendedor del predio, a quien le dijo: “Usted, señor Raúl Botero, con todo lo que yo sé qué significa, ha dado el paso que se necesita. Quiero que lo imiten muchos como usted; ojalá su vida pueda ser enseñada al país. Ese paso, es el paso de la paz, es el paso que se debe dar en Colombia”, agregó.
Y, concluyó: “Ojalá que esta tierra que entregamos se llene de alimentos; cuando siembren las semillas, piensen en sus hijos, en sus vecinos, en la Colombia entera. Quizás como una manera de rito religioso, se ore hacia la tierra, hacia la vida, y recen también por nosotros. Cada semilla que se siembra es una oración a Dios y a la vida”.

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