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“Por eso empiezan a respetarnos, por eso nos escuchan. A pesar de lo que hemos vivido a lo largo de estas décadas, Colombia le está hablando al mundo de paz”.
Estocolmo, 13 de junio de 2024
En medio del saludo a sus connacionales, en la capital sueca, el presidente Gustavo Petro resaltó la importancia creciente del país en el ámbito internacional al señalar que “el nombre de Colombia suena cada vez más”.
A bordo del buque insignia Gloria, que arribó este martes a Estocolmo, el jefe del Estado dijo que “nuestra propia historia, nuestra voz cultural, política y social y la voz como presidente de Colombia, que los representa, están diciendo cosas importantes ante el mundo”, relacionadas, entre otros aspectos, con la paz del país y el mundo.
Añadió que “por eso empiezan a respetarnos, por eso nos escuchan. A pesar de lo que hemos vivido a lo largo de estas décadas, Colombia le está hablando al mundo de paz. Ahora nos invitan a discutir problemas mundiales, nos invitan en foros aquí y allá. Nos escuchan en los escenarios mundiales”.
Para el jefe del Estado, mientras el mundo vive conflictos diversos, Colombia habla de paz “y esa es una gran diferencia y yo creo que hay que perseverar en ese esfuerzo”.
Diáspora colombiana
Por otro lado, el Presidente resaltó los aportes que la comunidad colombiana en el exterior puede hacerle al país. “Ese conocimiento del mundo que tienen ustedes, puede ser una gran ayuda para Colombia”, dijo.
“La comunidad internacional de Colombia no solamente es exportadora de nuestra sensibilidad musical, cultural, de nuestra naturaleza, hermosa y diversa, sino también puede aprender de las matemáticas, de lo último en tecnología y poderlo aplicar a la realidad colombiana, para no tener ya esa sociedad que se mata entre sí, que se autodestruye, sino tener una sociedad del conocimiento que sea capaz de demostrarles a nuestros hijos, a nuestros nietos, que podemos vivir no solo en paz, sino en prosperidad y en conocimiento”, puntualizó.
También hizo un llamado al cuerpo diplomático colombiano para que las embajadas y consulados abran sus puertas, “que no sean ya para la aristocracia o la gente en vacaciones, sino que sean oficinas de trabajo, que ayuden a toda la comunidad colombiana”.
Subrayó que todos los colombianos y colombianas en el exterior “son iguales, merecen la ayuda necesaria en situaciones difíciles y merecen que el Estado ayude a construir comunidad económica, social y política, que logre hacer valer los derechos de cada colombiana y colombiano, por el simple hecho de ser seres humanos”.