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La nueva reserva de biósfera está ubicada entre los municipios de Acandí y Unguía, y tiene una superficie de 301.625,46 hectáreas, que se distribuyen en 185.371,5 hectáreas en tierra y 116.254 en el mar, y se extiende en seis resguardos indígenas y 4 consejos comunitarios de la zona.

Se trata de ecosistemas comprendidos por playas de anidación de tortugas, manglares, ciénagas, formaciones coralinas y ecosistemas rocosos.

“El Gobierno Nacional agradece a la Unesco por permitir que Colombia se consolide como un líder con incidencia política y conceptual en materia de reservas de biósfera y en la construcción de la Paz Total”, subrayó la Cancillería.

Bogotá, 5 de julio de 2024

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) designó hoy a la región del Darién Norte Chocoano de Colombia como Reserva de Biósfera, atendiendo una solicitud en tal sentido presentada oficialmente por el Gobierno del Cambio en septiembre de 2023.

El reconocimiento fue formalizado este viernes, desde Agadir, Marruecos, durante la 36° reunión del Consejo Internacional de Coordinación del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) de la Unesco.

“Este es un reconocimiento que completa la totalidad de las reservas que tenemos en Colombia. Ya vamos para siete. Eso significa que somos un país que tenemos un pensamiento integral y que pensamos en la salvaguarda de nuestra naturaleza y en la salvaguarda de nuestras prácticas culturales”, afirmó Catalina Ceballos, directora de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia.

“El Gobierno Nacional agradece a la Unesco por permitir que Colombia se consolide como un líder con incidencia política y conceptual en materia de reservas de biósfera y en la construcción de la Paz Total”, subrayó la Cancillería.

En un comunicado, la Unesco indica que la nueva reserva de biosfera en Colombia cuenta con una población heterogénea de 24.287 habitantes y está compuesta principalmente por pueblos indígenas y de origen afrocolombiano.

Igualmente, destaca que las comunidades locales, de la mano del Gobierno Nacional, participaron activamente en la presentación de la propuesta de designación a la Unesco, en particular los jóvenes y las mujeres.

En los planes de gestión de las zonas protegidas de la nueva reserva de biósfera se prevé la adopción de una agricultura sostenible, la mejora de la cadena de comercialización de los productos agrícolas y el fomento del plan de ecoturismo comunitario.

Mosaico de ecosistemas

​El Darién Norte Chocoano se localiza en medio de la vibrante ecorregión del Darién, dentro del Chocó Biogeográfico, sirviendo de puente de biodiversidad que conecta la fauna y la flora de América del Norte y del Sur, donde viven especies emblemáticas como la majestuosa águila arpía (Harpia harpyja) y las coloridas ranas venenosas.

Al abarcar un amplio mosaico de ecosistemas, que van desde exuberantes selvas pluviales tropicales hasta zonas marinas que se extienden a lo largo del Golfo de Urabá, la reserva cubre un vasto territorio de 3.016 km2, del cual casi el 40 % está constituido por zonas marinas.

“El parque arqueológico y el museo son un destino turístico. Narran la historia de la región, que llegó a albergar uno de los primeros asentamientos españoles en el continente americano, la ciudad de Santa María la Antigua del Darién, fundada a principios del siglo XVI”, destacó la Unesco.

Según la corporación Codechocó, la nueva reserva de biósfera está ubicada entre los municipios de Acandí y Unguía, y tiene una superficie de 301.625,46 hectáreas, que se distribuyen en 185.371,5 hectáreas en tierra y 116.254 en el mar, y se extiende en seis resguardos indígenas y 4 consejos comunitarios de la zona.

Se trata de ecosistemas comprendidos por playas de anidación de tortugas, manglares, ciénagas, formaciones coralinas y ecosistemas rocosos.

Nomin​ación fue presentada en 2023

​De acuerdo con el comunicado de la Cancillería colombiana, emitido al presentar la postulación a la Unesco, en 2023, se trató de una iniciativa regional, concebida y trabajada mancomunadamente entre la Corporación Autónoma Regional para el Desarrollo Sostenible del Chocó (Codechocó) y 10 comunidades étnicas que habitan o hacen presencia en la zona, los entes territoriales de Acandí y Unguía, las reservas de la sociedad civil y representantes de sectores productivos, y contó con el respaldo y acompañamiento del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, entre otras entidades del Sistema Nacional Ambiental.

Con la designación del Darién Norte Chocoano como Reserva de Biósfera se fortalecerá la gobernanza territorial y el empoderamiento local, el fomento de actividades económicas basadas en la conservación de la naturaleza, la preservación de las culturas afrocolombianas, indígenas y campesinas, la inversión en productos forestales sostenibles, el mejoramiento de las tecnologías y las buenas prácticas agrícolas y el impulso de los mercados para productos comunitarios.  

La entonces viceministra de Asuntos Multilaterales, Elizabeth Taylor Jay, aseguró que esta es una iniciativa a la que se han sumado muchas manos.   

“Esta es una gran noticia para Colombia. El Tapón del Darién es uno de los lugares con mayor biodiversidad en nuestro país, hace parte del chocó biogeográfico, y uno de los aspectos que más llama la atención de la Unesco es el mosaico de ecosistemas marinos y costeros que vemos reflejado en esa zona donde confluyen un parque nacional, dos distritos de manejo regional y una gran reserva forestal”, sostuvo por entonces la funcionaria.

​De acuerdo con el listado de Cancillería, ahora en Colombia existen siete reservas de biósfera: Cinturón Andino, El Tuparro, Sierra Nevada de Santa Marta, Ciénaga Grande de Santa Marta, Seaflower, Tribugá-Cupica-Baudó y Darién Norte Chocoano.

En el marco de la reunión en Marruecos, la Unesco designó en total de 11 nuevas reservas de biósfera en 11 países: Colombia, Bélgica, Gambia, Eslovenia, España, Filipinas, Italia, Mongolia, Países Bajos, Corea y República Dominicana. 

Al respecto, la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, manifestó: “Las nuevas designaciones llegan en un momento decisivo para la humanidad, que se enfrenta a una crisis mundial de biodiversidad vinculada al cambio climático. En una época en que se pide a la comunidad internacional que aumente el número de zonas protegidas, estas nuevas reservas de biosfera desempeñan una función esencial en la conservación sostenible de la biodiversidad, la mejora de las condiciones de vida de las poblaciones locales y los pueblos indígenas y el fomento de la investigación científica”.

Las reservas de biosfera son uno de los pilares del mandato de la UNESCO como organismo de las Naciones Unidas dedicado a las ciencias. Cada reserva de biosfera promueve soluciones locales innovadoras de desarrollo sostenible, protege la biodiversidad y hace frente a la alteración del clima. Las reservas también ayudan a las comunidades locales e indígenas a través de prácticas como la agroecología, la gestión del agua y la generación de ingresos ecológicos.

Las reservas de biosfera contribuyen a que los países alcancen los objetivos aprobados en diciembre de 2022 en el contexto del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, que aboga por la creación de zonas protegidas que cubran el 30 % de la superficie terrestre y marina del planeta y por la restauración del 30 % de los ecosistemas degradados del mundo de aquí a 2030.

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