Uno de los placeres más grandes para mi papá era ver cómo la gente se acercaba a su obra, y las acariciaba y gozaban del mismo placer táctil que él había experimentado en el momento de su creación”, nos dijo Lina Botero, curadora de ‘Botero a Roma’, al respecto de las esculturas monumentales de su padre, el artista Fernando Botero.
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