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​​Para la Senadora Esmeralda Hernández la ley que sanciona hoy el presidente Petro es el reconocimiento que le hace el Congreso a más del 85 por ciento de colombianas y colombianos que rechazan la tauromaquia.

“La tauromaquia validaba, legitimaba, legalizaba un espectáculo público de tortura animal y de extremo sufrimiento animal, simplemente para la diversión de unos pocos”: Esmeralda Hernández, Senadora del Pacto Histórico y autora de la nueva norma.
Bogotá, 22 de julio de 2024
En un acto especial en la plaza de toros La Santamaría, de Bogotá, el presidente Gustavo Petro sanciona este lunes la ley antitaurina conocida como ‘No Más Olé’, aprobada por el Congreso luego de 14 proyectos fallidos y de 30 años de lucha animalista por acabar con las corridas de toros. 
La senadora del Pacto Histórico Esmeralda Hernández explica la trascendencia e importancia de la histórica norma.

¿Cuáles son los aspectos más importantes de la ley ‘No Más Olé’?

– La Ley tiene varios componentes: primero, la prohibición de las corridas de toros, rejoneo, novilladas, becerradas y tiendas en todo el territorio nacional. Para la prohibición se estableció un proceso de transición de tres años que va a permitir identificar a las familias que subsistían de la práctica taurina e implementar un programa de reconversión laboral a fin de que esas familias transiten hacia otro tipo de actividades que no involucren la tortura de animales. 
Se va a conformar un comité con participación de distintos sectores: cultura, ambiente, industria, comercio, turismo, con participación del sector taurino, para que se construya el programa y que quienes quieran ir hacia un proyecto productivo, una actividad cultural, deportiva, puedan hacerlo con el acompañamiento del Gobierno.
Hay otro punto adicional que es la transformación de las plazas de toros. Esos escenarios que antes eran para la tortura y la muerte de animales podrán ser destinados para otro tipo de eventos culturales, conciertos, actividades lúdicas, deportivas, ferias y tendrán que adecuarse dentro del plazo establecido. 
Se definió que después de los tres años de la transición habrá un cuarto año para la adecuación de las plazas de toros que todavía estén en funcionamiento. En este momento ya se puede hacer la transformación de plazas que no desempeñan la práctica taurina.

¿Cuál es la historia de esta ley?

– Esta es una Ley que tiene una historia en el país y en el mundo. La lucha antitaurina en Colombia lleva más de 30 años. La ciudadanía venía reclamando que se prohibieran las corridas de toros y eso solamente se podía hacer mediante una ley de la República porque así lo ratificó en varios pronunciamientos y sentencias la Corte Constitucional. 
El movimiento antitaurino ha hecho varios intentos; 14 proyectos de ley anteriormente se habían hundido en el Congreso. Este fue el proyecto número 15 que finalmente llegó a su fin con éxito. También se han hecho múltiples actividades ciudadanas como la consulta popular antitaurina en Bogotá, hay un referendo que se había trabajado, hasta que se logró.
Por fin el Congreso de la República respondió de manera positiva a ese clamor ciudadano y a ese rechazo masivo de la ciudadanía a la práctica de la tauromaquia. Hay encuestas, incluida una última de Datexco, que salió hace pocos meses que dice que el 86 por ciento de la población colombiana rechaza la tauromaquia. Ya era hora. Logramos llegar a un acuerdo con el Congreso de República.


¿Cuál es la problemática que se va a atacar y a solucionar a través de esta Ley?

– Con esta Ley superamos el símbolo de la tortura, de la dominación de los seres humanos sobre los otros animales. La tauromaquia validaba, legitimaba, legalizaba un espectáculo público de tortura animal y de extremo sufrimiento animal, simplemente para la diversión de unos pocos, en nombre de la cultura, ese es el principal logro. 
El símbolo de la lucha animalista en Colombia y en el mundo es la lucha contra la tauromaquia, y Colombia lo logra. Hoy salimos de los únicos ocho países que tienen legalizada la tauromaquia. Hoy ya no estamos allí. 
De otro lado, se reactiva la economía y la cultura a través del fortalecimiento de otros tipos de economía y del replanteamiento de las plazas de toros. Hoy la mayoría de plazas están abandonadas porque ya no se ejerce la práctica taurina pues la Corte Constitucional estableció requisitos y restricciones que hacen que sólo municipios como Cali y Manizales puedan hacerlo en territorio nacional.

¿Cómo fue el ambiente frente a este proyecto en el Congreso?

– Fue muy difícil, muy tenso, había un lobby taurino muy fuerte. El país sabe que ellos tienen personas ubicadas estratégicamente en distintas esferas de poder que ejercen una presión sobre el Congreso. El debate fue muy complejo, utilizaron muchas estrategias para dilatar, nos pusieron más de cien tutelas, interpusieron muchas recusaciones sin absolutamente ningún fundamento. Desarmaban el quorum, promovían el ausentismo. Tuvimos que interponer demandas, solicitar la apertura de procesos disciplinarios contra los congresistas que tenían esas conductas. Hoy hay un acuerdo mayoritario en el Congreso de la República que le da la razón a la ciudadanía que venía luchando contra la tauromaquia.

¿Cuáles son los tiempos que se tendrán para que se haga realidad la ley No Más Olé?

Una vez el Señor Presidente Gustavo Petro sancione la ley se tienen tres años en que se van a poder seguir haciendo corridas de toros en los municipios donde cumplen con los requisitos de la Corte Constitucional 
Hay municipios de Cundinamarca y Boyacá que aún tienen plazas de toros y hacen corridas. En el país hay más de 100 plazas de toros pero corridas se hace máximo en 20 municipios y en varios son ilegales pues no cumplen con los requisitos de la Corte. Una vez pasados esos tres años será ilegal, no se podrán volver a hacer corridas en ninguna parte del país, ni públicas ni privadas.

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