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Nadia Marcela Villarraga fue combatiente de la guerrilla durante 16 años, era enfermera empírica. “Ahí fue donde le cogí amor a la medicina”, cuenta. Ahora llegó de La Habana a cuidar la vida en los territorios.

Bogotá, 24 de octubre de 2024
Un grupo de colombianas y colombianos, algunos de ellos víctimas y otros ex combatientes de las FARC, que se hicieron médicos en Cuba, beneficiarios de becas completas otorgadas como parte del Proceso de Paz, tras siete años de estudios, regresó a Colombia a ejercer en los territorios su primer año, el rural.
 Nadia Marcela Villarraga fue combatiente de la guerrilla durante 16 años, era enfermera empírica. “Ahí fue donde le cogí amor a la medicina”, cuenta. Ahora llegó de La Habana a cuidar la vida en los territorios.
 La doctora Xiomy Giraldo, compañera de Nadia, manifestó que su interés es volver a su municipio de origen, para trabajar en las veredas y los sitios más alejados, para prestar los servicios de salud a su gente.
 Otra médica más, con 55 años de edad, está lista y emocionada por hacer su rural. 
 En el año 2017, un grupo de mujeres y hombres fueron reconocidos en el Proceso de Paz con las extintas FARC en los acuerdos de La Habana, unos como víctimas de la violencia, y otros como ex combatientes, recibieron buenas noticias: habían sido seleccionados para estudiar medicina, gracias a una beca del gobierno de Cuba.

​ La p​​rimera mesa de trabajo de los nuevos galenos​

A su regreso, este jueves el ministerio de Salud y Protección Social lideró la primera mesa de trabajo con las nuevas médicas y médicos, al reconocer su condición como ex combatientes y víctimas del conflicto armado colombiano.
 Edith Rodríguez, coordinadora de Desempeño del ministerio, resaltó el compromiso de este primer grupo de médicos egresados, al aceptar volver a sus territorios para prestar sus servicios en las comunidades donde vivieron los rigores de la guerra.
 En esta primera mesa de trabajo, se contó con la presencia de Rodrigo Londoño, firmante del acuerdo de paz, así como del director de Talento Humano del ministerio de Salud y Protección Social, José Alexis Mahecha, y otros funcionarios, a fin de seleccionar las plazas existentes para estos egresados; es decir, los lugares donde van a prestar su servicio social obligatorio, conocido como “rural”.
 “Bienvenidos al servicio social obligatorio que se constituye en el primer empleo digno y decente por cuanto, además del salario, tienen todas las prestaciones previstas de ley”, expresó Mahecha.

Ejemp​​lo de paz

Otros becados se quedaron en Cuba, para seguir sus estudios en medicina y adelantar sus especializaciones. “Estas personas son un ejemplo real de paz, de reconciliación y de democracia” manifestó Londoño.

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