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El indú Dommaraju Gukesh se proclamó este jueves en Singapur campeón del mundo de ajedrez, el más joven de la historia a sus 18 años, al ganar la decimocuarta partida al chino Ding Liren, defensor del título, y sumar los 7,5 puntos necesarios para sellar la victoria. Los dos finalistas, por primera vez dos asiáticos, llegaron a la última partida empatados a 6,5 puntos, igualdad que Gukesh rompió jugando con las piezas negras.
El jugador indio obtuvo su tercera victoria de la final, después de las logradas en la tercera y en la undécima partida, ambas con blancas. Ding, de 32 años, ganó la primera (negras) y la duodécima (blancas) y el resto se resolvió con tablas.
Gukesh D. no acusó en la batalla final los errores de la víspera, cuando desperdició una ventaja clara y permitió que su rival igualase la contienda.
Fueron 58 movimientos a partir de la apertura empleada por Ding, Nf3, que el jugador de Chennai respondió con d5. “La opción de apertura de Ding era esperada, pero Gukesh preparó variantes con las que nadie contaba”, comentó en directo el presidente de la federación internacional, el ruso Arkady Dvorkovich.
El error del estratega chino en 55.Rf2 fue recibido con gritos de asombro en el pabellón, que ya anticipaba la victoria de Gukesh. El juego se prolongó unos movimientos más, pero todo estaba decidido. Gukesh, jugador desde los siete años, es hijo de un otorrinolaringólogo y de una microbióloga.
“Todos sabemos que Ding lleva varios años siendo unos de los mejores jugadores de la historia. Para mí, él es el verdadero campeón mundial”, dijo. “Estoy viviendo un sueño”, añadió con una tímida sonrisa.
Las partidas las gana quien comete el penúltimo error; los errores están en el tablero esperando que los cometas, comentaba Xavielly Tartakower (1887-1956), padre de sentencias categóricas, creador de la apertura Catalana y considerado el von Clausewitz del ajedrez. Y eso, para desgracia del chino Liren Ding, ha sucedido hoy en forma de la equivocación más grosera en un juego decisivo por la corona mundial desde que el austro-húngaro Wilhelm Steinitz la portara por vez primera en 1886. Un movimiento de torre (55.Tf2), en un final casi infantil, que ha significado entregar el título a Dommaraju Gukesh, de 18 años, el campeón más joven de la historia. Un triunfo en la decimocuarta y última partida que ha dejado el marcador en un 7,5-6,5 favorable al gran maestro indio, además de un premio de 1,3 millones de euros.
Ding, como un gran campeón que ha sido en todos los aspectos y desde su humildad habitual, no buscó excusas: “Me quedé en shock cuando me di cuenta de que había cometido ese error tras ver los gestos de Gukesh. Creo que he jugado mi mejor torneo del año; podría haberlo hecho mejor, pero teniendo en cuenta la suerte que tuve ayer, el resultado final es justo. No me arrepiento”.
Unas palabras correspondidas por Gukesh en su comparecencia ante los medios de comunicación: “Ding, con la tremenda presión que ha tenido que soportar en los últimos tiempos, sigue siendo para mí un verdadero campeón del mundo. Lo que he aprendido de mi rival, un luchador increíble, es que los verdaderos campeones luchan hasta el final”.
Ding, con la tremenda presión que ha tenido que soportar en los últimos tiempos, sigue siendo para mí un verdadero campeón del mundoDommaraju Gukesh, campeón del mundo de ajedrez
La estrategia de Ding de jugar a tablas con las piezas blancas y forzar las partidas de desempate, en las que era claro favorito, ha sido su tumba. En varios momentos de la partida tuvo ligera ventaja y en todos optó por líneas simplificadoras, hasta el punto de que no le importó llegar a un final de torre, alfil y dos peones contra torre, alfil y tres peones. Las tablas eran el resultado esperado y nadie pensaba, entre jugadores de este nivel y sin apuros de tiempo, un error tan garrafal. Pero este se produjo, ante un incrédulo Gukesh, que estuvo a un paso de realizar otra jugada que no ganaba. Éste cerró los ojos, se tomó su tiempo y cambio de manera obligada las torres y los alfiles para llegar a un final victorioso, de los que se explican a ajedrecistas principiantes, de reyes y peones. Las lágrimas brotaron del rostro de un emocionado Gukesh quien más tarde comentó: “¡El momento más feliz de mi vida!; tengo fe en Dios y Él me ha ayudado de muchas maneras, como por ejemplo el año pasado cuando ni siquiera estaba calificando para el Torneo de Candidatos. Luego, Dios me ha dado tantas oportunidades”.
Gukesh ha demostrado, a aparte de un increíble talento, dada su juventud, una inusual madurez y control mental en situaciones difíciles. La meditación y el yoga que practica de manera habitual, con un plan elaborado por el psicólogo y miembro de su equipo Paddy Upton, han demostrado ser también tan importante como el trabajo de cuatro analistas polacos, un indio y un alemán. Un justo campeón que en Singapur supo reponerse a las derrotas en la primera y duodécima partida y mantener el nivel de juego.
Hoy, Gukesh acaba de devolver a la India el título que Carlsen arrebató a su compatriota Viswanathan Anand en 2013. Sobre un posible duelo con el noruego, número uno en las listas mundiales y que decidió no defender la corona mundial a ritmo clásico (120 minutos+30 minutos) en 2023, manifestó. “Jugar contra Magnus sería increíble: el desafío más difícil que existe en el ajedrez. Depende de él, pero a mí me encantaría ponerme a prueba contra el mejor jugador del mundo”.
Al nuevo rey del ajedrez, España le trae buenos recuerdos. Con 12 años ganó el título mundial de la categoría en Santiago de Compostela y con 15 logró su primer triunfo en un torneo absoluto en Europa en La Roda (Albacete). Los próximos objetivos de Gukesh: los mundiales de partidas rápidas (15 minutos+10 segundos adicionales por movimiento) y relámpago (3+2) en Nueva York a finales de mes. Carlsen le espera en una lucha que promete ser apasionante.
Ding-Gukesh. Campeonato del Mundo. 14ª partida. Singapur.
1.Cf3 d5 2.g3 c5 3.Ag2 Cc6 4.d4 e6 5.0–0 cxd4 6.Cxd4 Cge7 7.c4 Cxd4 8.Dxd4 Cc6 9.Dd1 d4 10.e3 Ac5 11.exd4 Axd4 12.Cc3 0–0 13.Cb5 Ab6 14.b3 a6 15.Cc3 Ad4 16.Ab2 e5 17.Dd2 Ae6 18.Cd5 b5 19.cxb5 axb5 20.Cf4 exf4 21.Axc6 Axb2 22.Dxb2 Tb8 23.Tfd1 Db6 24.Af3 fxg3 25.hxg3 b4 26.a4 bxa3 27.Txa3 g6 28.Dd4 Db5 29.b4 Dxb4 30.Dxb4 Txb4 31.Ta8 Txa8 32.Axa8 g5 33.Ad5 Af5 34.Tc1 Rg7 35.Tc7 Ag6 36.Tc4 Tb1+ 37.Rg2 Te1 38.Tb4 h5 39.Ta4 Te5 40.Af3 Rh6 41.Rg1 Te6 42.Tc4 g4 43.Ad5 Td6 44.Ab7 Rg5 45.f3 f5 46.fxg4 hxg4 47.Tb4 Af7 48.Rf2 Td2+ 49.Rg1 Rf6 50.Tb6+ Rg5 51.Tb4 Ae6 52.Ta4 Tb2 53.Aa8 Rf6 54.Tf4 Re5
En está posición de fáciles tablas, Ding, con las piezas blancas y sin estar apurado de tiempo, jugó 55.Tf2, en vez de mover la torre a cualquier otra casilla, y tras jugar 55….Txf2 56.Rxf2 Ad5 57.Axd5 Rxd5 58.Re3 Re5, y las blancas abandonaron. (0-1). El final de peones está perdido.
Posición final
Si 59.Rf2 Rd4 60.Re2 Re4 61.Rf2 Rd3 62.Rf1 Re3 63.Rg2 Re2 64.Rg1 Rf3 65.Rh2 Rf2 66.Rg1 Rxg3, y los peones negros terminan convirtiéndose en damas.