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Con el objetivo de trabajar en conjunto para fortalecer el sistema educativo y garantizar el acceso equitativo a la educación en todo el país, el ministro de Educación, Daniel Rojas Medellín, se reunió con representantes de las agencias de las Naciones Unidas en Colombia.
El encuentro permitió alinear prioridades para el 2025 y fortalecer las estrategias enmarcadas en la Cooperación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible 2024-2027, priorizando al Catatumbo.
En este sentido, el ministro reiteró la urgencia de atender las brechas educativas en los territorios más vulnerables.
“Nos enfrentamos a retos críticos en regiones como el Catatumbo, el Pacífico colombiano, el Chocó, las zonas de frontera en el sur del país y el Darién, donde la migración, el reclutamiento y la trata de personas afectan gravemente a niños, niñas y adolescentes”, afirmó.
Enfatizó que la educación no puede limitarse a la enseñanza en el aula, sino que debe concebirse como un proceso integral y comunitario. “No entendemos la educación como el simple acto de que un maestro se pare frente a un grupo de estudiantes para impartir conocimientos preestablecidos. Creemos que las escuelas, colegios y universidades deben ser espacios de construcción colectiva, donde se fortalezca el tejido social y se garantice la paz, entendida no solo como el silencio de los fusiles, sino como el fortalecimiento de la comunidad”, expresó.
El ministro resaltó la importancia de la conectividad en zonas rurales y apartadas y aseguró que “en muchos colegios del Amazonas, la antena de internet es la única fuente de conectividad para toda la comunidad. Debemos potenciar estos espacios no solo como centros educativos, sino como puntos de encuentro y desarrollo comunitario”.
En materia de alimentación escolar, el titular de la cartera anotó que este programa es vital para la permanencia de los niños en el colegio, razón por la cual dijo que “por eso, debemos avanzar hacia un programa de alimentación escolar universal, que no solo garantice comida durante el calendario académico, sino también en periodos de receso y vacaciones”.
En cuanto a la educación media y superior, el ministro subrayó la necesidad de fortalecer la articulación entre ambos niveles, en la medida en que “en zonas de conflicto, la tasa de deserción es alarmante. En Suárez, Cauca, de 800 jóvenes que se graduaron de bachillerato en 2023, solo nueve lograron ingresar a la educación superior. Esto es inaceptable. Por eso, trabajamos en garantizar que la educación media se complete y que haya una transición efectiva a la universidad”.
Hizo un llamado a un trabajo más articulado y pidió el “el apoyo de las entidades territoriales, de las universidades con autonomía, y de aliados como el Sistema de Naciones Unidas. Juntas y juntos, asumimos este reto hermoso y desafiante”.
Por su parte, Mireia Villar Forner, coordinadora residente de la ONU en Colombia, reafirmó el compromiso del sistema de Naciones Unidas con la transformación educativa del país.
“Nos alineamos al Plan Nacional de Desarrollo con un enfoque claro: la educación debe ser un esfuerzo colectivo, no solo del Ministerio. Debemos garantizar que las poblaciones más vulnerables estén en el centro de nuestra agenda”, señaló.
Villar subrayó que “lo que hará la diferencia en esta alianza es que podremos evaluar con precisión cómo nuestras acciones benefician a cada comunidad”.