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Cuando conocí a Esteban supe que era de esos chicos que tenía energía y fuerza natural, que no era necesario dedicarle mucho tiempo y lo primero que me dijo era que le iba a ganar a todos los niños que estaban ahí”, así recuerda el entrenador Alexander Flórez a Esteban Durán Monsalve, el bicicrosista de 15 años que falleció el pasado jueves en Bucaramanga tras una cirugía de extracción de cordales.

Cuatro años son los que Esteban llevaba de practicar este deporte extremo en la capital santandereana, pues antes había intentado con el patinaje y la natación, pero el combustible ideal para su vida llena de alegría, bromas y desafíos lo encontró en el bicicrós.

“En esos primeros días de entrenamiento le dije a su mamá (Mónica Paola Monsalve Monroy) que ese niño tenía la chispa para los deportes extremos, sobre todo que lo hacía con mucha facilidad, ganara o perdiera, se cayera o no, era feliz montando en bicicleta, siempre esperaba la hora de los entrenamientos”, le dijo a esta redacción Flórez, desde Holanda.

Precisamente el país europeo fue el que inspiró para que Esteban Durán se hiciera conocer a nivel nacional como ‘El Holandés’, pues allí se tiene una cultura de la bicicleta que impacta y se acepta en las ciudades y es el lugar de nacimiento de uno de sus ídolos, Niek Kimmann.

“Él vino varias veces y le gustó mucho el país, conoció pistas, se preocupó de que su bici fuera de acá, eso influyó en que se autodenominara ‘El Holandés’, él le decía a los speaker en los eventos que no lo llamaran Esteban, que se refirieran a él como ‘El Holandés’ ”, sostuvo Flórez, quien conoció muy de cerca a Esteban, pues las idas a los entrenamientos hizo que comenzara una relación amorosa con la madre del menor.

“Él me respetó muchísimo como entrenador y bueno, fue muy bonita la situación y la experiencia porque eso enmarcó una historia de amor, el tiempo que él llevaba en el bicicrós es el tiempo que tenemos de relación con su mamá, eso unió más la relación de entrenador, empecé a ejercer un papel de entrenador y de formador”, asevera Flórez.

Una de las características que identificaban a Esteban era la alegría, Flórez, sus amigos y compañeros coinciden que los entrenamientos los veía como un hobbie.

“Era un gran ejemplo para otros chicos, incluso para los más grandes que él, siempre hacía bromas, estaba sonriente y era inteligente, manejaba las emociones y los miedos con mucha facilidad en cuanto al tema de felicidad y alegría, no colocaba problemas. En una terapia psicológica deportiva fue espontáneo y dijo que él pensaba en una hamburguesa muy grande cada vez que estaba en el partidor, su espontaneidad y alegría fue lo que siempre lo diferenció de todos los demás”, recordó Flórez.

Sobre el palmarés del deportista, Esteban comienza su carrera en la categoría de ‘Semillero’, a nivel regional; posteriormente pasa a ‘Principiante’, en la que empezó a ocupar los tres primeros lugares a nivel regional (categoría 13 y 14 años); y ya más adelante también empezó a ocupar los tres primeros lugares en ‘Novatos’ a nivel Santander y alcanzó a estar entre los cinco primeros lugares a nivel nacional, en Principiantes’.

Otra de las pasiones del deportista, que recibió cristiana sepultura este sábado en las horas de la tarde, eran los carros deportivos.

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