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El viernes 23 de abril abandonó La Picota el docente y exsenador Luis Alberto Gil Castillo. Se le vencieron los términos de la medida de aseguramiento. Sigue la investigación por aparentemente recibir 500 mil dólares para incidir en la extradición del entonces congresista Santrich. A sus 70 años, Gil Castillo aún tiene votos, aunque su prestigio está por el suelo, pero a cualquier candidatura al Congreso  le sirve ese apoyo. Permanecerá en Bucaramanga para continuar con sus tratamientos de salud que fueron interrumpidos en el 2019 por la captura. Tan pronto se conoció la noticia de su salida, seguidores de todo el país no lo dejaron descansar de tanta llamada. “El señor Gil no quiere ningún tipo de entrevistas, ni reuniones, porque se dedicará a cumplir con la norma de no salir de casa”, dijo a LA PARRILLA uno de sus amigos. “Y quiero que rectifique versiones de otros medios según los cuales habría salido por acuerdos o cumplimientos de penas, eso es falso, ni siquiera saben leer, pues salió porque la orden de captura perdió vigencia, así de claro y sencillo”, anotó.