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En 10 departamentos del país se han registrado hechos vandálicos que atentan directamente contra la infraestructura cultural y bienes patrimoniales e inmuebles, de acuerdo con un balance realizado por el Ministerio de Cultura.
“Tenemos reportes de afectaciones en Antioquia, Bogotá, Caldas, Cauca, Cesar, Huila, Nariño, Risaralda, Santander y Valle del Cauca. La cultura es uno de los aspectos más fundamentales en la libertad de expresión y estos hechos de violencia están atentando contra ese derecho fundamental”, señaló el ministro de Cultura, Felipe Buitrago.
Según lo ha evidenciado por esta cartera, en la capital del departamento de Santander, Bucaramanga, fue vandalizado con pintura el monumento conocido como la glorieta del caballo de Simón Bolívar.
Además, se han presentado afectaciones en la estación del ferrocarril de Medellín, que tiene declaratoria en el ámbito nacional. En Bogotá, se afectó el cerramiento posterior y se sustrajo material de construcción de la obra nueva del Teatro Colón, un bien de interés cultural del ámbito nacional. En Manizales, Popayán y Valledupar fueron derribadas las estatuas de Gilberto Alzate Avendaño, la del Poeta Soldado, Julio Arboleda; y la de Peter Manjarrés, respectivamente.
Asimismo, fueron derrumbadas las estatuas de Misael Pastrana y del Fundador de la ciudad, Diego de Ospina y Medinilla, en Neiva. En el departamento de Nariño, más exactamente en Pasto, fue violentada la estatua de Antonio Nariño; la estatua de Bolívar en el municipio de Taminango y el busto Piedra de Bolívar, en el municipio de Cumbal.
En Risaralda, la biblioteca pública del municipio de Dosquebradas sufrió daños en la fachada y en los vidrios. De igual manera, la biblioteca pública de Pereira, ubicada en el tercer piso del Centro Cultural Lucy Tejada, sufrió daños en la fachada y en los vidrios de las ventanas.
Entre tanto, en Cali, un grupo de manifestantes realizaron graffitis en la fachada de la biblioteca pública departamental. También, fue incendiado el contenedor del Biblio Mio, sus colecciones, mobiliario y equipos; y derribaron la estatua de Sebastián de Belalcázar.
“El Ministerio de Cultura respeta las manifestaciones sociales, pero rechaza categóricamente los actos vandálicos que se han registrado en el país. Nada justifica el daño a la propiedad pública o privada, mucho menos cuando pone en riesgo la integridad física de la ciudadanía y nuestros colaboradores”, agregó el jefe de la cartera de cultura, invitando al país a construir un diálogo nacional que permita poner fin a los hechos violentos.