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El nombre de JAIRO MANTILLA aparece reiteradamente en el expediente y en la sentencia del Tribunal de Cúcuta

Tras abandonar sus tierras, la familia se refugió en un hogar de confianza en Bucaramanga. Allí fueron contactados por Jairo Mantilla, quien les propuso un permuta: cambiar la propiedad por una casa hipotecada que el empresario tenía en la capital santanderina. “La casa fue embargada, pero como dice el dicho: ‘el sombrero ahogado’. Yo dije: ‘vendemos la casa, pagamos lo que le deben al banco y nos quedamos parte de ella’, detallado Capacho en el proceso.

El negocio se resolvió finalmente el 17 de junio de 1999 con la firma de la escritura. Pero como titular en los papeles no aparecía Jairo Mantilla, que hacía el negocio, sino su cuñada: Luisa Castellanos Rodríguez. El valor al que se tasó la finca para realizar este canje, según las escrituras, fue de 49 millones de dólares. Sin embargo, un peritaje del Instituto Agustín Codazzi mostró al Juzgado de Cúcuta que para ese momento la propiedad podría rondar los $ 226 millones. Más de cuatro veces el valor. Las aventuras no terminan ahí.
Castellanos, cuñada de Mantilla, era el mismo profesional del Gobierno de Santander que el 21 de abril de 1998, en Bucaramanga, recibió la denuncia de Capacho y su familia por el desplazamiento forzado que los había sacado de Puerto Rico. “Sí queríamos venderlo”, reconoció Martha Capacho en su declaración sobre su voluntad de hacer el negocio, “porque no queríamos volver allí. En la casa apareció un señor, Jairo Mantilla, ofreciéndonos que si queríamos venderla, ya que tenía un posible comprador. No sé cómo se enteraría de que teníamos una finca en venta ”.

En 2001, el esposo de Capacho fue asesinado en el distrito de San Rafael de Lebrija (Santander), al parecer por grupos paramilitares. Fue esta sucesión de hechos violentos y “curiosos” que vivieron Martha y sus hijos lo que llevó al Juez a concluir: “El intercambio [propuesta por Jairo Mantilla fue el resultado de la interferencia de hechos propios del conflicto, porque pudieron no regresar debido a los hechos que los victimizaron, que se agravaron aún más con el posterior asesinato de Óscar Duarte ”. Volviendo a la historia de la propiedad, el 4 de octubre de 2002, la finca de Puerto Rico cambió de dueño y, en el lugar de ser Luisa Castellanos, pasó a ser dueña Nancy Mantilla, hermana de Jairo Mantilla.

Esta última, a su vez, fue la que el 22 de febrero de 2008 vendió la finca a los hermanos Villamizar Meneses. Sin embargo, según los testimonios recabados por el Juez, la negociación la realizó directamente Jairo Mantilla con los hijos del exsenador Alirio Villamizar. “Se podía concluir razonablemente que todos ellos, por su parentesco y la cercanía admitida de su relación, debían estar al tanto del desplazamiento de Óscar Duarte”, advirtió la Sala de Restitución de Tierras. Los Villamizar, en su defensa, se distanciaron de toda la situación de violencia que rodeaba la región.
EXPLICACION NO PEDIDA….

Aclarando que no es el Jairo Mantilla de la información impresa y difundida por el el diario colombiano El Espectador, el jefe de otro clan o familia de politiqueros, el comerciante JAIRO ALFONSO MANTILLA SERRANO envió una carta al director del periódico, en ese sentido.

Coinsidencialmente existe estrecha relación de este clan Mantilla con el del convicto ex senador ALIRIO VILLAMIZAR AFANANADOR.
Al clan de quien aclara su infortunada honominia en el “curioso” lío de tierras pertenecen el actual y reelegido varias veces SECRETARIO DE LA CAMARA DE REPORESNETANTES DE COLOMBIA, hermano de Jairo

, hijo de Jairoy el exalcalde del municipio de Floridablanca en Santander, Colombia: HÉCTOR MANTILLA SERRANO, hijo de Jairo
