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Este lunes  13 de mayo se celebra el Día de la Santandereanidad, como recordatorio de aquella fecha de 1857 cuando fue creado el Estado de Santander mediante ley, reunidos el Congreso, el Senado y la Cámara de Representantes de la entonces Nueva Granada

Su territorio comprendería las provincias de Pamplona, Socorro y Ocaña.

Esa Ley histórica fue promulgada por el presidente Mariano Ospina Rodríguez

Si de retroceder el tiempo se tratara, hoy, hace 162 años (miércoles 13 de mayo de 1857) se estaba creando el Estado Federal de Santander, por medio de una ley que fue aprobada en el Congreso de la Nueva Granada.

Allí fue cuando se escuchó por primera vez, o al menos se documentó, la famosa frase: “El que pisa tierra santandereana, es santandereano”, —pero el origen de estas palabras va más allá—, dice Gerardo Martínez Martínez, abogado, historiador y analista político que nació en esta zona del país que durante todo este mes celebrará una historia llena de héroes, batallas y relatos.

Foto: Mauricio Olaya

Mucho se dice del santandereano: que es bravo, que habla duro, es bueno para trabajar, de temple, conversador, a veces envidioso y hasta gracioso, pero lo cierto es que “todo es heredado”, comenta.

“Previo al encuentro con los españoles, el actual territorio de Santander fue ocupado por cuatro grupos indígenas: Laches (en la margen oriental del río Chicamocha); Chitareros (entre Pamplona y García Rovira); Yariguies (en la ribera de los ríos Lebrija y Sogamoso) y los Guanes, que fueron el grupo con mayor desarrollo y son a su vez parte fundamental en la construcción de nuestra identidad”, asegura Miguel Cuadros, quien hace parte de la Escuela de Historia de la Universidad Industrial de Santander, UIS, y del capítulo Santander, de la Asociación Colombiana de Historiadores.

Esto sin duda y la mezcla de razas y la genética indoeuropea, se ve reflejado aún en las mujeres y hombres que nacieron y nacen en el que hoy es un departamento constituido por 87 municipios, ‘bañando’ por el río Magdalena e influenciado por la zona andina de la cordillera oriental.

Hay que contar que el tiempo —a quienes vivieron aquí les jugó una buena pasada en algunas cosas—. “En Santander, por ejemplo, se decretó por primera vez que todo esclavo sería libre al momento de pisar la región. Cuando corría el año de 1853 en la provincia de Vélez se aprobó el voto femenino (casi 100 años antes de que pasara esto a nivel nacional) y, después, vinieron luchas fuertes en las que siempre los santandereanos estuvieron presentes precisamente por su forma de ser”, explica Martínez Martínez.

Él además relata que aquí se habla ‘golpeado’ por la vehemencia y el paradigma de los valores que fueron infundidos por los antepasados: la libertad, la justicia, la independencia y el honor.

No en vano el himno del departamento lleva dentro de sí este mensaje:

“Somos nosotros los herederos

de las banderas que del honor,

ayer clavaron los comuneros

sobre esta tierra, bajo este sol…

Hijos audaces de altiva breña

a la que amamos con frenesí…

Somos la raza que lucha y sueña

en la conquista del porvenir…

Por eso bravos santandereanos,

¡siempre adelante, ni un paso atrás!,

¡siempre arrogantes!

porque llevamos

en nuestra sangre la libertad!”.

Foto: Mauricio Olaya

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