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LA PAZ / 2 de octubre de 2022 / 06:20

Mientras la mayoría de los países del mundo atraviesan por una escalada de precios de los carburantes y los alimentos, que ha disparado las tasas de inflación, Bolivia es una isla donde el Índice de Precios al Consumidor no ha trepado y se mantiene en un nivel bajo.

LA RAZÓN hizo un análisis del comportamiento de la inflación en el mundo sobre la base de los datos publicados en la página web especializada en economía y negocios Datosmacro.com y en los sitios de internet de institutos de estadística y bancos centrales de países de América del Sur.

El dato que más llama la atención es que Bolivia, en plena crisis por la guerra entre Ucrania y Rusia, que ha provocado la disparada de precios de los combustibles y los alimentos, tiene la inflación más baja del mundo, con un índice interanual a agosto de 1,55% y una acumulada de 1,62% en el año (enero-agosto).

Seychelles, un archipiélago de 115 islas en el océano Índico, frente a África Oriental, tiene un Índice de Precios al Consumidor (IPC) interanual a junio de 2,1% y un acumulado de 1,4% al primer semestre. Los datos de este país tienen un rezago de dos meses respecto a la medición de Bolivia.

Después se ubican otras naciones como Panamá, China, Japón, Suiza, Ecuador, Corea del Sur, India y Francia, entre las más importantes. (Ver infografía)

DESCONTROLADA.

Por el contrario, los países con una tasa de inflación más elevada son Líbano (161,9%, tasa interanual a agosto), Venezuela (153%), Turquía (80,2%), Argentina (78,5%), Irán (52,2%), Indonesia (40,0%) y Moldavia (34,3%), entre los más importantes. (Ver cuadro)

Pero, ¿cómo se explica que Bolivia haya podido sortear la crisis y mantener una inflación baja? La respuesta está en las políticas de estabilización de precios y en el tipo de cambio fijo de la moneda nacional frente al dólar estadounidense, medidas que se aplican en el país desde hace más de una década.

Un reciente estudio del líder mundial en inteligencia empresarial The Economist Intelligence Unit (EIU, por sus siglas en inglés) señala a Bolivia como el país en América Latina mejor posicionado para resistir los efectos mundiales de la guerra en Ucrania. Bolivia, en esa perspectiva, establece el documento hecho público meses atrás, está al margen de las complicaciones políticas para gobiernos latinoamericanos emergentes del conflicto bélico.

Bolivia aplica una política de subvenciones a los carburantes, a la harina y granos como el maíz, principal alimento para aves, cerdos y ganado lechero. También mantiene congelado el tipo de cambio desde noviembre de 2011.

Estas políticas le han permitido al Estado boliviano sortear los efectos de varias crisis que azotaron a los países de la región.

“Gracias a esta política soberana, a diferencia de otros países, en Bolivia no hay inflación galopante ni tenemos escasez de alimentos”, sostuvo en reiteradas oportunidades el presidente Luis Arce.

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