San Sebastián, Guipúzcoa. 2-3. El Barça, en su temida visita al Anoeta gana, con golazo de MESSI, 2 de Luis Súarez y 1 de Paulinho
Un F.C.Barcelona sólido y plenamente consolidado llega a uno de los escenarios que más se le ha atragantado en Liga durante los últimos tiempos.
Y aunque a la Real Sociedad le está costando arrancar en esta temporada, presentó un partido muy incomodo al Barcelona
Unir los tres conceptos que significan Anoeta, Enero y F.C. Barcelona son sinónimo de partido de impacto. Son sobradamente conocidos los bloqueos que los donostiarras han provocado en los azulgranas.
¡¡GOLAZO DE MESSI!! ¡Espectacular lanzamiento de tiro libre directo del argentino, supera la barrera y entra cerca de la escuadra de la portería de Rulli! Real Sociedad 2 – Barcelona 4.
Hay embarcaciones que nunca salen del Triángulo de las Bermudas. Sapos que nunca se acaban convirtiendo en Príncipes. Y el retrato de Dorian Gray sigue envejeciendo. Pero la maldición del Barça en Anoeta ha tocado a su fin siete años después. El equipo de Valverde puede con todo y remontadas como la lograda bajo la lluvia de San Sebastián le confirman como aspirante a todo.
No hay mejor forma que espantar tus fantasmas con una dosis de autoestima como la del Barça ante la Real Sociedad. Los azulgranas fueron capaces de remontar dos goles, acabar goleando y culminar una primera vuelta sin conocer la derrota casi perfectaa. Tanto, que el Real Madrid ya queda a 19 puntos. En agosto, las casas de apuestas ni contemplaban esta posibilidad.
Estaban atrapados por fuerzas misteriosas hasta que Luis Suárez, ocho años después, dio con la tecla. Porque la labor el del uruguayo bajo la lluvia fue impagable.
La puesta en escena de los de Valverde esta vez fue buena. Paciencia con el balón en los pies, intentando driblar la presión de la Real Sociedad y buscando la espalda a sus laterales. Sergi Roberto la pedía una y otra vez, pero no acertaba en el centro. El guión esperado en una visita siempre difícil para el vigente campeón de invierno.
Pero Anoeta siempre reserva alguna sorpresa al Barça. Esta vez llegó en forma de centro lejanísimo de Xabi Prieto y remate de cabeza de Willian José con más fortuna que otra cosa, casi resbalando. Un remate que rebotó contra el suelo y luego contra el larguero. Ter Stegen no alcanzó a desviarlo. Todos los fantasmas resucitaban de golpe. Desde Canterville hasta Casper.
Quedó atascado el Barça tras darse de bruces contra la historia. El chaparrón de agua se trasladaba al campo, incapaz de abrir el paraguas el conjunto azulgrana. Con Iniesta en el banquillo, André Gomes y Paulinho andaban perdidos. Como Rakitic. Busquets no encontraba líneas de pase y Piquéintentaba excursiones imposibles que nunca tenían final feliz.
Willian José aparecía por todos lados, era una pesadilla para la zaga azulgrana. Canales lo hacía todo bien y daba mucho trabajo a Ter Stegen. El orden defensivo de la Real era encomiable, obtuso el Barça en la construcción. Superada la media hora, llegó el segundo croché. Juanmi le ganó el desmarque a Sergi Roberto y Anoeta volvió a estallar de alegría con el segundo gol. Poco antes, González González había anulado un gol legal a Willian José. No faltaba de nada en el partido.
La imbatibilidad azulgrana en la Liga pendía de un hilo. Una primera vuelta inmaculada estaba a punto de irse al traste de nuevo en San Sebastián. Ciudad tan bonita como maldita para el Barça. Luis Suárez, que se estaba vaciando en la presión, copió la receta de la Real y ganó la espalda a la defensa donostiarra en un abrir y cerrar de ojos. Paulinho recogió el regalo del uruguayo y recortó antes del descanso. Un poco de aire para los de Valverde, que ya tenían algo a lo que agarrarse. No había mucho más.
El milagro que perseguía el Barça debía nacer de las botas de Messi, más ausente de lo habitual en lluviosa capital donostiarra. Al argentino le gusta siempre cocinar los partidos, estudiar al rival y esperar el momento para aparecer. No hay nadie que sepa leer el juego como él. La Pulga procesó en el descanso todo lo sucedido y apenas tardó cinco minutos en ofrecer su veredicto. Una conducción perfecta y un pase en el momento preciso para que Luis Suárez dibujara uno de sus mejores lienzos. Una vaselina de museo.
Luis Suárez marcó su primer gol en Anoeta
El historial del Barça en Anoeta no invitaba a pensar nada parecido tras el 2-0 de Juanmi, pero este equipo de Valverde tiene algo diferente al de los últimos años. Compite como el que más hasta en sus peores noches y se está convirtiendo en la pesadilla de sus rivales. Nunca cae a la lona, por muy grogui que parezca. George Foreman asiente.
Los azulgranas se habían asomado al abismo y, de repente, se encontraban a un paso de la cima. Quedaba lo más difícil, coronar y acabar con la maldición. No hay receta posible para eso, sólo trabajar y esperar. Alguna oración de vez en cuando tampoco va mal. Y el Barça lo estaba haciendo ante una Real que había dado un paso atrás, temerosa tras la igualada.
La lluvia se unió a la fiesta de tal manera que se convirtió en un factor, reducida la velocidad del balón ante la cantidad ingente de agua que bebía el tapete. Valverde le dio la alternativa a Dembelé, en una apuesta por su velocidad. Pero si había un jugador que estaba sobresaliendo era Luis Suárez, peleado con el destino.
El uruguayo empujó al Barça hasta la cima, incalculable el valor del delantero. Rulli se equivocó, Vermaelen dio un pase de gol con la cabeza para rubricar otra actuación sobresaliente y Suárez no falló por el palo corto. La maldición de Anoeta saltaba por los aires sin más explicación que la fe de un equipo transformado por Valverde. El golazo de falta de Messi redondeó la noche y deprimió un poco más a todos los perseguidores de los azulgranas.