ELECCIONES EN ITALIA Populismo contra populismo

La precampaña italiana se calienta con los ataques de los viejos partidos a los ‘grillini’

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Silvio Berlusconi, durante el programa de televisión Porta a porta hace una semana (Remo Casilli / Reuters)

Fabrizio tiene 44 años y lleva toda la vida trabajando como electricista de barrio en el norte de Roma. Siempre había votado a los socialdemócratas, se considera de izquierdas y aborrece el estilo de Silvio Berlusconi. “Es un payaso, en el resto del mundo se ríen de nosotros”, escupe mientras carga su caja de herramientas tras salir de un encargo. Pero los últimos fiascos del Partido Demócrata (PD), con tres primeros ministros desde el 2013, con Renzi “jurando lo imposible” y una receta laboral que ha favorecido los contratos temporales, le han hecho sentirse huérfano. Por eso, el 4 de marzo votará Resultado de imagen para Luigi Di MaioLuigi Di Maio, el joven candidato del Movimiento 5 Estrellas (M5E) del cómico Beppe Grillo.

“Quiero que reviente todo. Que los políticos se den cuenta de que no pueden tomarnos el pelo”, protesta.

El sentir de Fabrizio, compartido por una buena parte de la sociedad italiana, hace estremecer a los viejos partidos. Las últimas encuestas dan al M5E cerca de un 28% del voto, pese a que sus principales promesas son incumplibles, como la instauración de una renta ciudadana de 780 euros mensuales.

A dos meses de las elecciones, y con la nueva ley electoral –que premia a las coaliciones frente a los partidos en solitario–, lo más probable es que la alianza tejida por Berlusconi –con los ultraderechistas de Liga Norte y Hermanos de Italia– sea vencedora en escaños, pero un buen resultado de los grillini podría dificultar la formación de un gobierno. En este escenario, centroderecha e izquierda se conjuran contra los recién llegados para batirles en su propio campo. La píldora contra el populismo en Italia es más populismo. Con la inmigración, la credibilidad de los medios y promesas incumplibles en el eje.

“El espectáculo que nos ofrecen a nosotros y al resto de Europa es de total irresponsabilidad”, critica Monti

“Son más peligrosos que los poscomunistas del 1994. Es casi una secta que recibe órdenes de un viejo cómico, cambian de parecer de la mañana a la noche, capaces de seguir cualquier idea”, decía sobre el M5E el domingo Berlusconi, cuyo nombre está impreso en todos los carteles de Forza Italia pese a que sigue inhabilitado por fraude fiscal.“En esta situación no ir a votar es como suicidarse”, blandió en el Canal 5. Fue más Berlusconi que nunca. Llegó, abrazó a los cámaras, brindó con sus colaboradores y presentó su propuesta estrella, su revolución fiscal: un irreal tipo fijo de tasas del 23% para todos los italianos.

En el PD también apuestan por atacar a los de Di Maio aludiendo a su inexperiencia. “La incompetencia del M5S es nuestro adversario en las próximas Resultado de imagen para matteo renzielecciones”, lanzó el secretario de la formación, Matteo Renzi, en la asamblea nacional del partido. “Nos temen, ya hemos ganado”, les respondió Di Maio.

“El PD lo tiene más complicado que la derecha para combatir al M5E porque llevan dos años siguiendo sus mismos temas, prometiendo cosas imposibles. Con Gentiloni es diferente, pero demasiado tarde. Se tienen que dar cuenta de que el auge de los grillini es el síntoma, no la causa. Nadie tiene una narrativa alternativa”, dice a este diario el editorialista del Corriere della Sera Massimo Franco. Su lectura es radical: “Nos enfrentamos a las elecciones más populistas de la historia de Italia”. Si en el 1994 Silvio Berlusconi ya se erigió en la vanguardia del populismo europeo, ahora la diferencia es que la manera de actuar ya se ha instalado en todo el espectro. “No queda ningún gran partido político que no sea populista”, asegura Franco con desazón.

El ex primer ministro Mario Monti lo resumía así ayer en el Canal 7: “El espectáculo que nos ofrecen a nosotros y al resto de Europa es de total irresponsabilidad”.

El emponzoñamiento se ha acabado de hacer evidente con las declaraciones racistas del candidato de Lombardía por la Liga Norte, Attilio Fontana, que dijo que “debemos elegir y decidir si nuestra etnia, nuestra raza blanca, debe seguir existiendo o si nuestra sociedad debe ser eliminada”. Luego pidió perdón por el “lapsus”. El líder de su partido, Matteo Salvini, en lugar de hacerle dimitir, ha prometido que en el Gobierno regularán toda presencia islámica en el país. La precampaña sólo acaba de empezar.

Populismo contra el populismo

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