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Es el momento de reconstruir la ilusión y la esperanza y no es repitiendo guerritas y guerras tan sanguinarias y feroces, tan equivocadas, como la mal llamada guerra contra las drogas, mirando las drogas como un problema militar y no como un problema de salud en la sociedad”.
“Cada dólar que se dedica a recortar la oferta hace crecer el precio. Si crece el precio, los narcotraficantes tienen más dinero para comprar fusiles, para comprar vehículos blindados, para comprar misiles, para comprar políticos, para comprar senadores, para comprar generales, para comprar jueces, para comprar presidentes”.
Cali, 9 de septiembre de 2023.
“Lo que yo propongo es tener una voz diferente y unificada que defienda a nuestras sociedades, nuestro futuro y nuestra historia, y dejar de repetir un discurso fallido que ya fracasó”, declaró el presidente Gustavo Petro al clausurar la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas que se desarrolló el Cali.
Los latinoamericanos debemos elevar nuestra voz “sin vergüenza, porque no tenemos nada que ocultar, porque los que han cometido los errores no somos nosotros realmente. Los que hemos puesto la sangre somos nosotros. Los que hemos puesto el dolor somos nosotros. A los que nos han destruido la belleza somos nosotros”, sostuvo.
Recordó que hace 50 años en el Palacio de La Moneda, en Santiago de Chile, mataron al presidente Salvador Allende “porque tenía una ilusión e hizo ilusionar a su pueblo con la justicia social y ahí acabaron un camino que hasta ahora retomamos”.
“Por eso mañana estaremos allá, para decirle al pueblo latinoamericano que es el momento de reconstruir la ilusión y la esperanza. No es repitiendo guerritas y guerras tan sanguinarias y feroces, tan equivocadas, como la mal llamada guerra contra las drogas, mirando las drogas como un problema militar y no como un problema de salud en la sociedad”.
La guerra contra las drogas ha fracasado, reiteró una vez más el presidente Petro ante su homólogo de México, Andrés Manuel López Obrador, y las delegaciones de América Latina y el Caribe, representantes de las Naciones Unidas y de países de otros continentes, así como líderes campesinos, indígenas, afros, jóvenes y mujeres.
Colombia y México “somos las mayores víctimas de esta política. Eso es lo que ha provocado la política oficial de guerra contra las drogas en nuestra América Latina, un genocidio”, afirmó el presidente Petro.
“Tenemos esa experiencia de 50 años, una experiencia sanguinaria y feroz, y se empieza a repetir desde hace algunas décadas en otros países como México. Por eso, quizás, el hecho de que sean Colombia y México los citantes de esta reunión tiene un sentido, un valor en el planeta tierra, en la humanidad”.
Más información: Pronunciamientos del presidente Gustavo Petro sobre la necesidad de cambiar la política de drogas
Reducir la demanda
Indicó que el camino correcto para enfrentar el problema no es recortando la oferta sino reduciendo la demanda de drogas.
“Cada dólar que se invierte en recortar la demanda ayuda a la familia a que no se produzca la adicción. Cada dólar que vaya al hospital público, al médico, a la salud mental, a psicólogos, a psicólogas, a los jardines infantiles, a crear amor, ayuda a reducir la demanda por drogas”.
Pero cada dólar que se dedica a recortar la oferta hace crecer el precio, explicó el presidente Petro. “Si crece el precio, los narcotraficantes tienen más dinero para comprar fusiles, para comprar vehículos blindados, para comprar misiles, para comprar políticos, para comprar senadores, para comprar generales, para comprar jueces, para comprar presidentes”.
Si repasamos nuestra historia latinoamericana reciente, dijo, veríamos a “los presidentes y políticos que han sido puestos presos y condenados por sus relaciones con el narcotráfico, y en todos nuestros países encontraríamos que todos repetían el discurso oficial de la guerra contra las drogas”.
“Aquí en Colombia ordenaban fumigar a decenas de miles de campesinos con un veneno que se llama glifosato. Sus bebés, sus perros, sus familias, sus cultivos de pancoger, todo, porque así se combatía el narcotráfico, decían”.
“Ordenaban ir a los campos, y el que tuviera un campo de hoja de coca, capturarlo y meterlo en la cárcel. El que vendía droga en un barrio, cogerlo preso y el que consumía a la cárcel, cualquiera que fuese la cantidad de droga que tuviera en un bolsillo. Una guerra entre la policía y la juventud civil en los barrios populares. Una guerra todos los días, todas las noches. Y ese mismo político que ordenaba hacer eso, se abrazaba en la noche en los clubes con el más grande narcotraficante de Colombia”.
El efecto de esta política es que murieron un millón de latinoamericanos en estos 50 años y en Estados Unidos pusieron presos a 10 millones de personas, negros y latinos en su mayoría, y esa es la fallida política que vamos a cambiar, concluyó el presidente de la República.