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Dado el relato periodístico sobre la presentación de un documento reservado de la oficina de un magistrado de la Corte Suprema, filtración que es un delito por parte de quien lo entregó, me parece que habrán sorpresas.

Debo precisar al menos lo siguiente:

Los cupos indicativos de contratación para parlamentarios fueron denunciados por mi mismo, como parlamentario en debate del 5 de junio del 2002, en la cámara de representantes, cuando le mostré a la ciudadanía, a los congresistas y a la prensa centenares de códigos secretos en el DRI Y otras entidades en el gobierno de Andrés Pastrana que iban destinados a cupos de contratación cuantiosos para que diferentes parlamentarios señalaran con sus alcaldes amigos, los contratistas; jamás fueron investigados ni por la fiscalía ni por la corte suprema de justicia del entonces.

2. Esta práctica, llamada de gobernabilidad, indudablemente corrupta, continuó durante todo el periodo hasta mi gobierno. Durante todo el siglo XXI se han realizado financiando de esta manera y con dinero público elecciones, paramilitares y riquezas personales

3. Porque conozco de su existencia, dí orden terminante de no ejercer dicha práctica en mi gobierno.

Y de destruir todo fondo dedicado a ello, fondos presupuestales que en EEUU se llaman ” el barril de los puercos”.

Se han encontrado en el DPS, en la UNGRD, en el ICBF, en regalías en general y para la Paz.

4. Si la versión de Olmedo sobre los tres contratos gestionados por los parlamentarios y funcionarios que, abusivamente y engañosamente, señala Olmedo como una posible fuente de financiación predeterminada por el gobierno al ELN, debo decir que esos contratos no se verificaron, es decir nunca salió dinero público a su objetivo.

No salieron dineros públicos porque yo mismo, como presidente de la República pedí la renuncia de Olmedo. La justicia tiene toda la libertad y el derecho de investigar los hechos.

Solo que un posible hecho donde no salieron recursos públicos por intervención directa del presidente, no puede ocultar el hecho de los contratos de carrotanques, el contrato de caregato, donde si salieron dineros públicos hurtados que exijo se devuelvan hasta el último peso.

La justicia ya ubicará las responsabilidades personales alrededor de los hechos tristes y lamentables de la UNGRD.

Cuando Olmedo encontró la olla de corrupción desde hace años consolidada en la UNGRD, debió en lugar de acomodarse a ella, denunciarla al Presidente y a la justicia tal como lo hace el actual director

Eso es lo que yo le exijo a cualquier funcionario que quiera participar del gobierno del cambio. Si no, no merecen estar en este gobierno y si delinquen deben ir a la cárcel.

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