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¿Hay alguna, una sola, sentencia judicial que no haya cumplido?

¿Algún magistrado ha sido perseguido o intervenidas sus comunicaciones por mi?

Pero que no se confundan.

Somos víctimas de una persecución política usando magistrados, por parte de una familia polÍtica que ha decidio usar su influencia en la justicia, derivada desde los tiempos del cartel de la toga y el funesto fiscal Humberto Martinez.

Es nuestro derecho defendernos.

No es posible que dejemos censurar nuestra opinión ni nuestra acción social y judicial.

Se ha irrespetado el voto popular contraviniendo la convención americana de derechos humanos. Contrario a la sentencia del magistrado Arenas, votado por la mayoría de la sala plena del consejo de Estado que, con valentía, defendió el derecho convencional y los derechos políticos como derechos humanos fundamentales, algunos magistrados del nuevo consejo de estado, no solo violan mi fuero constitucional sino el de mi movimiento político.

Si conformamos una coalición de minorías que permite la ley, ¿cómo es que se viola el voto popular aduciendo que los candidatos de coalición tienen doble militancia porque reciben el apoyo de los partidos que precisamente conforman la coaliciÓn?

Eso no es derecho, sino violación de la convención americana de derechos humanos en su artículo 23.

Por tal razón, he pedido al Pacto Histórico que conforme el equipo jurídico que le permita llevar esta violación de derechos políticos como demanda ante las cortes internacionales con competencia en Colombia.

Respeto la independencia de poderes, pero.el presidente no se censura y se lleva a ciegas a un golpe de estado, por el capricho de una familia política untada de corrupción.

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