Es probable que todos los colombianos esten familiarizados con Drogas La Rebaja. Aunque no hayamos comprado nunca un medicamento en su extensa y reconocida red de farmacias, es casi seguro que hemos oído hablar de ella.

En las décadas de los años 80 y 90, la cadena estuvo vinculada a una compleja historia relacionada con el Cartel de Cali, siendo utilizada como fachada para el lavado de dinero proveniente del narcotráfico.

Hace dos años, el país comenzó a escuchar de Drogas La Rebaja en otra línea:

el Gobierno del presidente Gustavo Petro la convertirá en un pilar del sistema de salud

Esos planes acaban de tener un nuevo impulso. La Superintendencia de Solidaridad anunció el pasado viernes que ya entregó al Ministerio de Salud la titularidad de Drogas La Rebaja SAS y de 811 establecimientos comerciales (de los poco más de 1.000 que tiene la cadena).

La cadena de farmacias pasó a ser propiedad del Estado tras una decisión de segunda instancia en 2022, que declaró que el origen de los bienes de esta eran ilícitos por los nexos que tuvo la compañía, con el Cartel de Cali.

Sin embargo, debido a un contrato que para las autoridades se firmó de manera irregular, esos bienes siguieron siendo administrados por privados y no por el Estado.