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Por lo menos 160 niños, niñas, adolescentes y jóvenes de Norte de Santander, que han vivido en carne propia los efectos del conflicto armado, encontraron en la tecnología, la innovación y el conocimiento nuevas herramientas para construir su futuro.
En Cúcuta, el ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, en alianza con las universidades Francisco de Paula Santander y Simón Bolívar realizaron talleres interactivos, al lado de doctoras y jóvenes investigadoras beneficiarias del programa Orquídeas, realizaron actividades educativas, que permitieron fortalecer la confianza y despertar la curiosidad de estos niños, niñas y adolescentes.
El Colegio Temporal para la Paz —un espacio acondicionado por la Gobernación de Norte de Santander para atender a niños, niñas, jóvenes y adolescentes víctimas del conflicto— se convirtió en un laboratorio de creatividad e innovación, donde 110 estudiantes de bachillerato exploraron el mundo de la robótica, la programación y la electrónica maker.
Los alumnos construyeron circuitos electrónicos, programaron dispositivos y diseñaron soluciones tecnológicas adaptadas a sus realidades, desafiando las barreras del acceso a la tecnología con ingenio y determinación. Esta actividad fue liderada por docentes y semilleros de investigación de la universidad Francisco de Paula Santander.
Por su parte, 25 niños y niñas de primera infancia se sumergieron en un ejercicio de cartografía participativa. A través del dibujo, plasmaron sus emociones, sus entornos y sus aspiraciones, dando forma a un mapa de sueños, donde la ciencia y la educación les abren nuevas posibilidades. Este espacio fue guiado por doctoras y jóvenes investigadoras del programa Orquídeas.
La jornada en los albergues
De la misma manera, en un albergue cercano a Cúcuta, otros 50 niños, niñas, jóvenes y adolescentes, junto a sus familias, participaron en un encuentro con la ciencia y la tecnología.
En este espacio, el ministerio desarrolló:
• El Taller de Construcción de Relojes Solares: los participantes aprendieron sobre astronomía básica y el movimiento aparente del sol para construir sus propios relojes solares, entendiendo cómo la naturaleza y la ciencia se entrelazan en la medición del tiempo.
• Accionarte – Teatro y juego: la universidad Simón Bolívar lideró un taller, en el que el arte y la ciencia se dieron la mano. A través de dinámicas teatrales, niños, niñas y jóvenes exploraron habilidades sociales y comunicativas, representando historias que promovieron la empatía, la creatividad y la resolución de conflictos.
• Estas actividades no solo brindaron herramientas técnicas y científicas a los participantes, también les ofrecieron un espacio de encuentro, de expresión y de construcción de nuevas narrativas sobre su propio futuro.
(Con información del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación)