Íngrid Betancourt votará con Gustavo Petro. Carlos Fernando Galán renunció a Cambio Radical y al Senado por desacuerdo con apoyar a Uribe-Duque

Hace algo más de 16 años, también durante una coyuntura electoral, Íngrid Betancourt era la candidata presidencial del partido que ella misma fundó, el Verde Oxígeno, cuando fue secuestrada por la antigua guerrilla Farc. Aunque a su regreso, tras seis años de cautiverio, prefirió mantenerse lejos de la política colombiana y dedicarse a su fundación desde Francia, este martes volvió a Colombia para oficializar su apoyo a la candidatura de Gustavo Petro.
Esta misma, ambos se reunieron en Bogotá junto a Ángela María Robledo, fórmula vicepresidencial de la Colombia Humana, para discutir sobre políticas de paz.
Según lo informó Robledo en su cuenta de Twitter, Betancourt respaldaría al exalcalde de Bogotá de cara a la segunda vuelta presidencial, en la cual este se disputará la Presidencia con el candidato uribista Iván Duque, el próximo 17 de junio.

De acuerdo con el congresista, su dimisión obedece a la decisión del partido Cambio Radical de “apoyar” al candidato presidencial por el Centro Democrático, Iván Duque.
“Aunque reconozco la inteligencia y honestidad de Iván Duque, no me puedo identificar con el proyecto político del Centro Democrático, pues no es coincidente con mis principios”, precisó.
Galán agregó en su carta de renuncia que sería “incoherente” acompañar un proyecto político que tiene una visión “completamente alejada” a la suya y a sus principios “sobre la necesidad de fortalecer las instituciones para garantizar que nadie esté por encima de ellas”.
No me puedo identificar con el proyecto político del Centro Democrático, pues no es coincidente con mis principios
Hace algunos meses, el senador Galán protagonizó un duro enfrentamiento con el jefe máximo del Centro Democrático, el expresidente Álvaro Uribe, luego de un debate de control político, en la plenaria del Senado.
El duro choque se produjo por las denuncias que revivió Galán contra los hijos de Uribe y su supuesta relación con la manipulación de un Plan de Ordenamiento Territorial (POT) en Mosquera (Cundinamarca).