Mbappé elimina a Perú. Messi inédito. Faltó ARMANI. Argentina al borde el abismo. Autralia vs. Dinamarca 1-1
Los croatas continúan a paso firme en el Mundial tras vencer a la ‘albiceleste’ en el segundo encuentro por el grupo D.
Croacia ha marcado el 3 a 0 este jueves. Los de Sampaoli se han visto sorprendidos rápidamente.
El resultado del primer partido de Argentina frente a Islandia por el Grupo D convirtió a Nizhni Nóvgorod en el escenario donde la ‘albiceleste’, quién iba a decirlo, se iba a jugar prácticamente la vida en este Mundial en el segundo juego.
El 3 a 0 vino en el tiempo suplementario, cuando Argentina trataba de salvar su honor con ataques en el área rival para lograr al menos un gol.
En una de tantas contras croatas, Modric controló en la frontal del área, se orienta la pelota hacia su pierna derecha y, ante la oposición de Otamendi, se saca un duro disparo ante el que nada puede hacer Caballero: 0-2 para Croacia, un resultado que pone a Argentina al borde del precipicio.
En la primera anotación del encuentro, Croacia demostró mediante Rebic que no le teme a nadie en este Mundial y que siempre juegan para adelante.
El gol del más joven futbolista francés en un Mundial (tiene 19 años y 183 días) mete en octavos a los bleus y deja fuera a los de Gareca.
El VAR rectifica a Mateu Lahoz y da vida a Australia
El español obvió un penalti por mano de Poulsen pero, tras ser avisado por el VAR, lo pitó. Jedinak lo marcó, igualó el gol de Eriksen y evitó la eliminación de Australia
El VAR, ese artilugio del que tanto se quejaban los árbitros porque un robot (máquina) nunca podría hacer el trabajo de un hombre (árbitro), se ha convertido en el mejor amigo de los árbitros en el Mundial. En esta ocasión el VAR rectificó al colegiado español Mateu Lahoz. Mateu no vio penalti en una evidente mano de Poulsen que taponó un remate de Lekie. Dejó seguir el juego Mateu hasta que le avisaron. Mateu vio las imágenes y señaló penalti. Jedinak tiró y marcó, y Australia, que un minuto antes estaba fuera del Mundial, volvió a recobrar vida. No es que Australia tenga muchas opciones de clasificarse, pero llega a la última jornada con vida.
Primero sucedió lo previsible: un córner a favor de Dinamarca fue rematado de cabeza por Delaney. Era el minuto 2. En el 5’, Leckie replicó con otro testarazo. No había muchas ganas de jugar el balón por el césped.
Para entender la incidencia de Eriksen en el juego de Dinamarca basta con rescatar un dato: el 10 danés ha marcado trece goles y dado cinco asistencias en los últimos 15 partidos de su selección. Eriksen, que en el Tottenham luce el dorsal 23 porque el 10 es capricho de Harry Kane, fue requerido el día antes por su seleccionador, Age Hareide: “Eriksen debe dar un paso adelante porque es de esos elegidos que cambian un partido en cualquier momento”. Eriksen tardó seis minutos en cumplir los deseos de su entrenador, hacer gol y adelantar a Dinamarca.
Eriksen es a Dinamarca lo que puedan significar Messi y Cristiano para Argentina y Portugal. Pero Eriksen no es Messi ni Cristiano ni se asemeja porque la estrella danesa suele desaparecer de los partidos sin avisar para cuándo volverá.
Con el 1-0, Australia estaba eliminada. Van Marwijk decidió entonces que, si hay que morir, nada más digno que hacerlo en el frente. Avanzó líneas Australia tomando riesgos, costándoles sustos como el del minuto 24. Jorgensen, que tanta elegancia y generosidad había demostrado asistiendo a Eriksen en el 1-0, desvió en exceso su remate de cabeza a escasos dos metros de la portería.
En un acercamiento australiano llegó la jugada antes relatada y que acabó con la intervención del VAR y el empate a uno. A partir de ahí el partido cogió ritmo, pero le faltó ocasiones claras de gol. Destacó en defensa el sevillista Kjaer, capitán de Dinamarca, y revoloteó con más intención que peligro real el cético Pione Sisto.
La ocasión que más cerca estuvo de acabar en gol fue un remate en propia puerta de Sansbury (41’) al intentar despejar un balón que se paseó por el área tras una falta lateral. También estuvo cerca de conseguirlo Sisto en el 51’. El resto, juego con intensidad pero sin emoción en las áreas.