Frente al triunfa arrollador de AMLO, “Seguiremos invirtiendo en MÉXICO”: empresarios. El presidente ajusta su gabinete
Nadie quiere quedar fuera del nuevo ecosistema político mexicano; menos aún el sector empresarial. El futuro presidente, Andrés Manuel López Obrador, y el jefe de la patronal mexicana, Juan Pablo Castañón, escenificaron este miércoles un nuevo clima de “entendimiento y confianza” tras la aplastante victoria del primero en las elecciones del pasado domingo.
Las partes son conscientes de que se necesitan mutuamente en esta nueva etapa: López Obrador no puede acometer su promesa de una “cuarta transformación” de México sin el sector productivo y el empresariado, sabedor de que quien se mueve no sale en la foto, ha reconducido a marchas forzadas su relación con el futuro presidente. “Fue una reunión muy cordial, muy buena, de coordinación para trabajar conjuntamente”, ha subrayado el futuro jefe de Estado y de Gobierno de la segunda mayor economía de América Latina. “Quiero expresar mi satisfacción por la actitud del sector empresarial y agradecerles su actitud responsable y de confianza mutua”.
“México ya decidió, el principal mensaje es que el país quiere vivir en paz”, afirma Daniel Servitje, el director del gigante panificador Bimbo, en un vídeo que se ha difundido este jueves. “[El país] quiere acabar con la corrupción”, agrega inmediatamente después Eduardo Tricio, el presidente del coloso lechero Lala. “Los empresarios seguiremos invirtiendo en México”, añade Mariasun Aramburuzabala, probablemente la mujer más rica e influyente del país.
El mensaje grabado se ha emitido un día después de la reunión que sostuvo el Consejo Coordinador Empresarial con López Obrador y tres días después de la victoria apabullante del líder de Morena en las urnas el domingo pasado. Tras el encuentro, los miembros de la patronal mexicana han abierto paso a un clima de “entendimiento y confianza”, que han buscado refrendar con este nuevo comunicado. López Obrador hizo lo propio semanas antes al pedir “calma” al empresariado ante su triunfo. “México votó por el cambio (…) los empresarios reconocemos y respetamos su triunfo”, asegura Alejandro Ramírez, la cabeza de la cadena de cines Cinépolis, parte del emporio de Carlos Slim, el hombre más rico de Latinoamérica.
“Apoyemos al nuevo Gobierno y trabajemos juntos con él”, insiste Claudio X. González, director de la papelera Kimberly Clark. “Creo en México”, agrega González, en lo que se ha leído como un cheque en blanco temporal para el próximo Presidente, “Todos queremos que al nuevo Gobierno le vaya bien”, coincide José Antonio Fernández, de Femsa, la embotelladora más grande de Coca Cola en el mundo.
El control que tendrá Morena en el Ejecutivo, el Legislativo y al menos seis de las nueve gubernaciones que estaban en disputa en los Estados.
En este lapso se vio a López Obrador estrechar la mano del presidente Enrique Peña Nieto, su antiguo enemigo político, en el Palacio Nacional. Poco antes, el candidato ganador celebró su cierre de campaña en el estadio Azteca, propiedad de Televisa, la cadena televisa más importante del país y antiguo aliado del gobernante Partido Revolucionario Institucional durante el régimen de partido único (1929-2000).
Las rencillas han quedado definitivamente atrás y la incógnita es cuánto tiempo se mantendrá el respaldo de la patronal y la cúpula empresarial. Todos los ojos están puestos en septiembre, cuando se divulgarán los resultados con efectos legales, y en octubre próximos, cuando inicie formalmente la transición hasta el 1 de diciembre, cuando López Obrador asuma el poder. Tras una campaña politizada en torno al plebiscito López Obrador sí o López Obrador no, las trincheras han sido enterradas para mandar un mensaje de estabilidad. “De frente a la nación, le ofrecemos nuestro apoyo para construir las mejores soluciones para nuestro país”, reafirma Tricio, en un mensaje que dura poco más de dos minutos
Ajustes en el gabinete ministerial
Canciller MARCELO EBRARD