Con ese juego realmente bonito de ver, que tiene en el revés a una mano su bandera, Carla Suárez se ha ganado una vez más el respeto del mundo del tenis en este US Open. En el día de su 30 cumpleaños, la canaria se ha regalado un gran triunfo ante Maria Sharapova, otrora ganadora de cinco Grand Slams y exnúmero uno del mundo, que no termina de volver por sus fueros después del castigo al que se hizo acreedora por dopaje. Carla lució una serenidad espléndida para ganar por 6-4 y 6-3 en 1h:31 a la rusa, que protagonizó algunos momentos grotescos y vio frenado su récord de 22-0 en partidos nocturnos en la Arthur Ashe. Pasó de eliminar a Ostapenko a perder contra Suárez con un desempeño lamentable por delante de la línea. No obstante, no hay que quitarle a la española ni un ápice del mérito que tiene haberse plantado en cuartos de final del torneo estadounidense cinco años después de la última vez que los alcanzó. Y ojo, este año ya estuvo en esa ronda en el Abierto de Australia y llega tras jugar la final de New Haven.
Karolina Pliskova ELIMINÓ a la campeona 2017: Sloane Stephens
Ya solo queda una tenista del top-10 de la WTA en el cuadro femenino del US Open, Karolina Pliskova, octava favorita. Sloane Stephens (3) ha caído este martes como hicieron en su momento Halep (1), Wozniacki (2), Kerber (4), Kvitova (5), Garcia (6), Svitolina (7), Goerges (9) y Ostapenko (10). Anastasija Sevastova se ha tomado la revancha de los cuartos de final del año pasado, cuando estuvo a punto de ganar a la estadounidense dominando por 3-1 en el tercer set y perdió en el desempate. La letona, primera de su país que alcanza las semifinales del US Open, se estrenará en tan alta ronda después de vencer con facilidad por 6-2 y 6-3 en 82 minutos. Espera rival: Serena Williams o la citada Pliskova.
John Millman sacó a Federer
John Millman se ha convertido este martes en el Hyeon Chung (Abierto de Australia) o el Marco Cecchinato (Roland Garros) del US Open al eliminar en octavos de final al mismísimo Roger Federer. El australiano de 29 años, 55º del mundo y sin títulos en su palmarés, sorprendió al suizo (3-6, 7-6, 7-6 (7) y 7-6 (3)), que tuvo un día nefasto de tenis con 77 errores no forzados. Así arruinó la esperada posibilidad de ver en cuartos de final el 47º duelo entre Djokovic y el número dos del ranking, que lo seguirá siendo porque tras su derrota ya no podrá asaltar el liderato de Rafa Nadal haga lo que haga el español este martes contra Dominic Thiem.
Aunque dé vergüenza decirlo por respeto a su grandeza, Federer eligió mal muchos de sus golpes, sobre todo las dejadas contestadas una y otra vez por el rapidísimo Millman; no estuvo nada bien con el revés, una de sus mejores armas, y dejó escapar dos oportunidades para hacerse con el segundo set (5-4 y 15-40 al resto) y otra para apuntarse el tercero (6-5 en el tie-break con saque). Su lenguaje corporal denotó cansancio, incluso hartazgo y cierto aburrimiento en un partido en el que no estuvo cómodo, con un 70% de humedad y bastante calor (29º) pese la nocturnidad. En ese ambiente irrespirable, el de Basilea se atascó (como le pasó en Wimbledon contra Anderson) y cuando quiso acortar un duelo que se fue a 3h:35, pasó a jugar saque y volea, a la desesperada, e insistió con sus pertinaces y erróneas dejadas. Pero no logró intimidar a un rival que corrió como si no hubiera mañana.