Santandereanos en Barranquilla. Expreso Brasilia 57 años

Pero la lista es larga: unos santandereanos (familias Gutiérrez y Guarín) fundaron Expreso Brasilia, quizás la empresa transportadora de pasajeros más prestigiosa de la Costa y una de las más importantes del país. Miembros de esas mismas familias adquirieron, hace seis años, a Unitransco, una empresa similar que comenzó a operar, en 1964, en Cartagena.

Parece, también, cosa de película que ese personaje sea tan solo uno de los más recientes de una raza, metidos en una dinámica de 45 años en la que han llegado ser más de 100.000 y representar hoy, con su descendencia, una cuarta parte de la población de ciudad, que supera el millón de habitantes.

En protagonista de la historia en Piojó es Gonzalo Díaz Suárez, 36 años, un santandereano de Zapatoca, que oyó hablar por primera vez de este pueblo costeño hace unos 15 años, cuando al comentar su intención de abrir un negocio en algún pueblo de la Costa, alguien le dijo que en Piojó hacía falta una tienda de cachaco .

Cortesía de la Empresa Expreso Brasilia

Ahora, Díaz no sólo es propietario de una de las tiendas más surtidas de Piojó La Dicha , sino que tiene dos hijos nacidos allí producto de su unión con María Tejera, la enfermera del Centro de la Salud de la población.

Pero Díaz es apenas de la camada de los jóvenes. El flujo migratorio de santandereanos hacia el Atlántico comenzó por Barranquilla en la década de los 50, cuando la violencia política entre conservadores y liberales de la época obligó al desplazamiento de familias enteras en algunos departamentos de Colombia.

Tal situación ocurrió en Santander, un departamento de 30.537 kilómetros cuadrados ubicado al nororiente de Colombia, y que limita con la Costa Caribe por el Cesar. Primero se vinieron a Barranquilla desde Zapatoca, La Fuente, El Socorro, San Gil y San Vicente; pero hoy la colonia incluye oriundos de todos los municipios de ese departamento.

Y se fueron colocando…

Los inmigrantes santandereanos encontraron en Barranquilla un paraíso, y un caldo de cultivo para el comercio dada su posición estratégica. Los que trajeron dinero producto de las ventas de propiedades en Santander , compraron las tienduchas de la época y las transformaron en negocios prósperos. Los que se vinieron apenas con la ropa, se ubicaron en las tiendas y comenzaron a hacer el capital.

Muchos de estos personajes se extendieron hacia otras tiendas y otras áreas mercantiles e, incluso, a la actividad industrial y a las confecciones. La ciudad siguió creciendo y los santandereanos nos fuimos ubicando en los mejores sitios, de tal forma que hoy estamos en el transporte y en la ganadería también , dice Alejandro Duarte Rueda, presidente de la Confederación Nacional de Tenderos y Comerciantes (Conaltec).

Justamente Conaltec reúne a 17 agremiaciones de médula santandereana como Undeco (Unión de Comerciantes), que agrupa a unos 4.500 tenderos y pequeños comerciantes de Barranquilla; Asaba (que reúne a los abarroteros), Asocentro (a los comerciantes del Centro), Asoparte (distribuidores de repuestos para autos), Asocompaz (comerciantes de la carrera La Paz en el Centro de Barranquilla), y Asocombol (comerciantes del Paseo Bolívar).

Empresas de transporte urbano como Transdíaz, Sodetrans, Transurbar y Sobusa son de santandereanos; y las otras empresas (Transporte Olaya, Coochofal, Embusa, Coolitoral, etc.) tienen también entre sus asociados o dueños a oriundos de Santander. El 80 por ciento de los distribuidores mayoristas de Granabastos son santandereanos; y los dueños de las grandes panaderías de la ciudad también lo son.

Entre los distribuidores de autopartes, el 80 por ciento son de Santander; y en el comercio pequeño y mediano de Barranquilla, que suma unos 22.000 establecimientos, cerca del 70 por ciento está en manos de santandereanos, es así como hoy se ha consolidado un poder.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.