Al Simón Bolívar no le cabía un alma más. Miles de personas habían hecho fila por más de seis horas para ver a la cantante colombiana más famosa en todo el planeta, esa misma que hace más de una década acompañó a varios en sus momentos más vulnerables, y que ahora arrasa con la alegría y el ritmo de sus canciones.
Eran las siete y media de la noche cuando la banda invitada encargada de abrir el concierto se subió a la tarima. Systema Solar, también de Barranquilla al igual que la estrella de la noche, comenzó su repertorio con “Yo voy ganao”. Algunas personas estaban confundidas por el género musical que estaban escuchando, una mezcla de champeta, música afrocaribeña y cumbia retumbaba a todo volumen en el pulmón de la capital.
Continuaron su presentación con “Mi Caribe”, una canción que le rinde homenaje a sus raíces, y en seguida tocaron “Mi Kolombia”, uno de los sencillos más conocidos de la banda junto a “El botón del pantalón”. Varias opiniones rondaban entre voces con respecto a Systema Solar, y es que cómo ignorarlos, si su estilo da mucho de qué hablar. En el escenario retrataron la alegría y viveza de su tierra, estrategia perfecta para darle paso a la reina de la noche.
Después de esperar una hora más, por fin el escenario volvió a iluminarse al ritmo del gran clásico “Dónde estás corazón”, e inmediatamente las miles de personas en el Simón se hicieron una sola; con una sonrisa enorme y un carisma arrollador, Shakira se apoderó de la tarima mientras todos coreaban una de las canciones más emblemáticas de su carrera.
Luego, se adelantó en el tiempo y cantó “Loba”, con un performance impecable y el talento que la define cuando de mover las caderas se trata. La gente bailaba mientras gritaba “te queremos, Shaki, te queremos”, en coro, y ella sonreía emocionada de ver que su famoso “El Dorado World Tour” estaba llegando a su fin en la tierra que la vio nacer.
“Cuéntame qué harás después que estrenes su cuerpo, cuando muera tu traviesa curiosidad, cuando memorices todos sus recovecos y decidas otra vez regresar, ya no estaré aquí en el mismo lugar”, comenzó a cantar Shakira, que luego le abrió espacio al público para que siguiera con otro de sus grandes clásicos “Si te vas”. Las treintañeras volvieron muchos años atrás, todos en el lugar se sabían esa canción. (Le puede interesar: Concierto de Shakira en Bogotá: recomendaciones para tener en cuenta)
Al terminar, se dirigió al público: “¡Hola, Bogotá! Gritó con una felicidad que podía verse a kilómetros, “los quiero”, dijo. Cogió de nuevo el micrófono y comenzó a cantar “Nada” uno de sus más recientes sencillos, esta vez, poniéndose un poco más nostálgica para luego dar un giro de 180 grados y cantar “Perro fiel”, canción que hizo junto al famoso cantante de reguetón Nicky Jam, a quien le rindió homenaje cantando un poco de la canción “Tú sin mí” interpretada por el artista.
Con un pantalón pegado al cuerpo lleno de escarcha dorada y la camiseta que Shakira ha llevado a todos los países en este tour, sacudió todo el parque cuando comenzó a bailar al ritmo de “Me enamoré”, una canción de género urbano que tiene un gran significado para la artista, pues em YouTube su video tiene más de 630 millones de reproducciones.
Una estrategia bien pensada para este tour mezclar las canciones clásicas con las nuevas, porque todo el tiempo los asistentes estuvieron a la expectativa de qué canción iba después de la que acababa de terminar, en este caso, nadie se esperaba que fuera “Inevitable”, otro clásico más que hizo llorar a cientos de espectadores, que miraban nostálgicos a la vieja Shakira con guitarra en mano y corazón roto.
¡Gracias, Bogotá! dijo, dispuesta a seguir deleitando a su público, esta vez con “Chantaje”, uno de los más grandes hits a nivel mundial que la barranquillera canta en compañía de Maluma, y que cuyo video supera los dos mil millones de views.
Uno de los momentos más épicos del concierto fue, sin duda, cuando Shakira salió al escenario con su traje de bailarina árabe y comenzó a hacer esos movimientos que tanto la caracterizan, bailó por tres minutos moviendo su cuerpo de una manera sensual y arrolladora mientras la gente gritaba su nombre, ya todos sabían cuál era la canción que seguía en el repertorio: “Suerte”, un tema con 17 años de historia que todos corearon junto a ella hasta el final.
Por un momento, la Shakira de cabello negro regresó al escenario con un fragmento corto de la canción “Tú”, que le sirvió como abrebocas para darle paso a “Amarillo”, un tema que la cantante sacó a finales del año pasado y que tiene en su letra la esencia romántica que muchos extrañaban. En un show de luces, miles de personas cantaban mientras Shakira tocaba su guitarra acústica llena de todos los colores que dice la canción: amarillo, morado, celeste, rojo… al final, volteó su guitarra y al respaldo tenía dibujados a su esposo Gegard Piqué y sus dos hijos Milán y Sasha.
Devolviendo a todo su público nuevamente al pasado, Shakira comenzó a bailar al ritmo de “La tortura”, recordando a su colega Alejandro Sanz. La gente no paraba de bailar y gritar, mientras la barranquillera se movía con el talento que solo ella tiene.
“Esta canción me trae demasiados recuerdos, la compuse aquí en Bogotá cuando tenía 17 años, este momento realmente es muy importante para mí”, dijo Shakira mientras se sentaba en una silla para comenzar con “Antología”, la canción más escuchada a finales de los 2000, y una de las más románticas en la historia de su carrera. Para sorpresa de muchos, justo después de terminar de cantarla, a Shakira la invadió el sentimiento y comenzó a llorar, mientras muchas personas lloraban con ella.
Después del nostálgico momento, la barranquillera volvió nuevamente al escenario para interpretar “Can’t Remember to Forget You”, que originalmente acompaña Rihanna,seguido de un remix entre “Loca” y “Loba”, que dejó a más de uno con la boca abierta. “La la la”, la canción del Mundial de Brasil 2014, estuvo acompañada de un baile espectacular, lleno de alegría y color.
“Waka Waka” y “Hips Don’t Lie” fueron de sus últimas canciones, la gente sabía que se aproximaba el final, pero no querían que llegara. Shakira, llena de emociones encontradas al estar nuevamente en su país finalizando lo que comenzó hace tiempo, confesó con alegría que esta había sido la mejor gira de su vida.
Cerró con “La bicicleta” y unas conmovedoras palabras dirigidas a sus padres, quienes estaban presentes en el concierto. “Papi, mami, lo logramos, ¡gracias!” dijo entre sonrisas la artista. ¡Te amo Colombia, muchas gracias!, dijo mientras el escenario se llenaba de papeles de colores y los juegos pirotécnicos despedían el concierto, que quedará para siempre grabado en la memoria de todos sus fanáticos.
En una presentación que duró aproximadamente dos horas, la cantante barranquillera bailó, tocó batería, guitarra y lloró en varias ocasiones junto al público.