VENEZUELA. 6 de diciembre de 1998, Hugo Rafael Chávez Frías ganó las elecciones presidenciales, escribiendo nuevas páginas en la historia de una Venezuela, castigada por la corrupción, la pobreza y la desigualdad.
La suya era una revolución para cambiar el país.
El nuevo presidente llegaba al poder con la promesa de una república refundada que regeneraría la política y lograría la tan deseada justicia social.
“El sistema de Punto Fijo, con el que terminó la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en 1958, se había basado en dos partidos, Acción Democrática (AD) y Comité de Organización Política Electoral Independiente (Copei), que se turnaban en el poder sin ser capaces de resolver los problemas”.
“Cada presidente que tomaba posesión le echaba la culpa al anterior de todo lo heredado”.
Entonces, los venezolanos decidieron confiar en Chávez, un joven mando militar que había saltado a la fama como líder del golpe de Estado que en 1992 intentó sin éxito derrocar a Carlos Andrés Pérez.
Su mensaje televisado al país al poco de fracasar la rebelión, cuando anunció que su movimiento bolivariano no había alcanzado sus objetivos “por ahora” fue en realidad, según escribió el entonces reportero Gabriel García Márquez, “el primero de su campaña electoral”.
Tras ser indultado en 1994 por el presidente Rafael Caldera, Chávez, con corbata y ya sin uniforme militar, compitió en las urnas 6 años después y barrió.
“La situación en 1998 era de auténtico desastre y él pudo presentarse como un salvador en medio de ese desastre porque los venezolanos ya no creían en nadie de los partidos políticos tradicionales”.
¿Cómo estaba la economía?
Pese a haberse mostrado en contra en su mandato anterior (1974-1979) y también durante la campaña que lo llevó de nuevo a la presidencia en 1989, el presidente Carlos Andrés Pérez, de la socialdemócrata AD, puso en marcha las medidas de ajuste acordadas con el Fondo Monetario Internacional a cambio de un crédito para que Venezuela pudiera hacer frente a su abultada deuda externa y saneara una economía en horas bajas por la caída de los precios del petróleo en los mercados internacionales.
Venezuela dependía de sus exportaciones de crudo.
En la década de 1970, sobre todo en el primer gobierno de Pérez, Venezuela se había beneficiado de un boom petrolero que permitió un cuantioso gasto social.
Fueron los años de lo que se conoce como “la Venezuela saudita”, caracterizados por la inversión pública y la creación de infraestructuras en el país.
Pero en la década de 1980 aquella bonanza terminó. Los precios, el desempleo y la deuda pública comenzaron a subir.
Hasta que en 1989, al poco de ser electo por segunda vez, Pérez implantó el programa económico conocido popularmente como el “paquetazo”, que incluyó recortes de las prestaciones sociales, subidas de impuestos y privatización de empresas estatales.
¿Cómo era el clima social?
La Venezuela de 1998 vivía aún bajo el trauma del episodio conocido como el “Caracazo”.
Poco después de que Pérez pusiera en marcha sus reformas, una revuelta popular estalló en Caracas, donde hubo protestas masivas y saqueos.
El presidente suspendió varias garantías constitucionales, y “para salvarse él y su gobierno sacó al ejército a la calle con orden de matar”.
La “masacre de Venezuela”. “Todavía estamos contando los muertos”
La ola de violencia y la posterior represión dejaron decenas de muertos. El número exacto es aún tema de debate.
La indignación por aquella respuesta del gobierno fue una de las razones que alimentaron el apoyo posterior a Chávez.
La corrupción
En los años finales del llamado sistema de Punto Fijo, la alternancia de los dos principales partidos: “la élite política del país se había distanciado de la población”.
Todo ello facilitó el ascenso de Chávez, un militar que propuso romper con la política tradicional.
Todos los analistas coinciden en que el hartazgo de los venezolanos con la corrupción fue otro de los motivos principales que le dieron a Chávez el éxito en las urnas.
Ya en la década de 1970 proliferaron los escándalos que vinculaban a Carlos Andrés Pérez y figuras de su entorno con supuestos manejos indebidos de fondos públicos.
Después del “Caracazo” y las dos intentonas golpistas de Chávez en su contra, Pérez fue formalmente acusado de malversar millones de bolívares de un fondo secreto presidencial.
El proceso concluyó con su destitución como presidente por el Congreso y la persecución de los tribunales venezolanos, a los que eludió instalándose en Miami, donde finalmente murió.