El libro con el que los hermanos Daniel Mauricio, Juan Sebastián y Guillermo Andrés Díaz Rueda, decidieron hacer un homenaje póstumo a los 60 años del natalicio de su madre, la señora Dora Esperanza Rueda Quintero, hija de Zapatoca, Santander, quien falleció algunos años atrás. Esta particular publicación recoge una serie de palabras y expresiones propias de la cultura santandereana que “Dorita” como era conocida de cariño, usó durante toda su vida para con sus familiares y amigos.
“Nuestra obra describe la manera de expresarse de una persona del común, nacida en la segunda mitad del siglo XX en la región del gran Santander en Colombia, y es quizás de los pocos diccionarios dedicados expresamente al léxico de una persona”, señalaron los hermanos.
El trabajo de recopilación de las palabras y frases que tardó cerca de tres años, contó con la colaboración del padre de los jóvenes y esposo de “Dorita”, así como de sus hermanos y madre, quienes conocieron en detalle la vida de la homenajeada.
Además incluyó una exhaustiva verificación en el Diccionario de la Real Académia Española, RAE, para verificar si existían y tenían el mismo significado.
“En el caso de las palabras que no existían, o no tenían un significado que coincidiera con el uso que les daba nuestra madre, se les redactó un significado de acuerdo a la forma y el contexto en que ella solía utilizarlas”, explicaron los creadores del diccionario.
El diccionario incluye además, el relato biográfico de la vida de “Dorita” y está acompañado por fotos familiares que recrean gran catidad de las palabras y frases que se incluyen.
Un aporte a la cultura
¿Por qué hacer este libro?
El diccionario dorístico (relativo a Dora) es un homenaje póstumo en los sesenta años del natalicio de nuestra madre Dora Esperanza Rueda Quintero, Dorita, una querida hija de Zapatoca, que gozaba de un léxico muy rico, particular y ocurrente.
Fueron frecuentes las discusiones que tuvo con nosotros en torno al significado y la existencia en el diccionario de la Real Academia Española (RAE) de palabras inusuales que ella solía emplear para referirse a una persona, momento o suceso en particular. En algunas ocasiones era tal el
debate que se suscitaba, que alguien debía ir por el diccionario para aclararlo, a veces ella resultaba teniendo la razón, otras veces no. En varias de esas peculiares y agitadas reflexiones prometimos hacerle un diccionario con esas palabras y frases que usaba, y este es el cumplimiento de dicha promesa, partiendo del hecho que no queríamos que sus palabras se las llevara el viento.
Nuestra obra describe la manera de expresarse de una persona del común, nacida en la segunda mitad del siglo XX en la región del gran Santander en Colombia, y es quizás de los pocos diccionarios dedicados expresamente al léxico de una persona. Así las cosas, cabe aclarar que no pretendimos hacer un recuento de la jerga santandereana puesto que nuestro diccionario está
enfocado en listar y definir las palabras y frases que nuestra madre solía utilizar en su cotidianidad; algunas inventadas, otras producto de deformaciones o derivaciones de palabras existentes y unas más que en efecto existen en el diccionario de la RAE. Dicho esto, con seguridad hacen falta una gran cantidad de santandereanismos y colombianismos de amplio uso, así que si usted es santandereano no se le haga extraño que aquí no encuentre algunas palabras y frases de uso popular en la región. De cualquier modo, consideramos que nuestro trabajo aporta en parte a documentar nuestra cultura lexical santandereana y colombiana.
Teniendo presente que nuestro trabajo está estructurado como un diccionario formal con palabras, que en su definición incluyen las categorías gramaticales, así como por frases; aclaramos también que no somos lingüistas (somos un ingeniero forestal, un ingeniero mecatrónico, y un analista químico), así pues que dejamos a los eruditos en letras la discusión sobre la utilidad académica de esta obra, y recordamos que nuestro objetivo principal es plasmar e inmortalizar la pintoresca expresividad lingüística de nuestra madre, como una forma de
recordarla y tenerla presente permanentemente en nuestras vidas.
En el proceso de tres años que nos tomó la elaboración de esta obra, y como dignos hijos de Dorita, surgieron expresiones como «interneciar» o «diccionariar», verbo que empleábamos en alusión a trabajar en el diccionario; palabras que junto con las invenciones de ella, de alguna
forma ya hacen parte de las cerca de trescientas mil que se dice tiene la lengua castellana.
Por último y como orgullosos autores de nuestro anhelado diccionario, agradecemos a todos aquellos familiares que nos ayudaron a recopilar y poner a punto las definiciones de las palabras y frases, como nuestro padre Reynaldo, nuestros tíos – hermanos de ella – Jesús Alberto, Jorge Enrique y Gladys Stella, y especialmente a nuestra abuelita Alicia, la madre y amiga
incondicional que conocía como pocos a nuestra homenajeada. Es nuestro deseo compartir este libro con familiares, amigos y público en general para que lo leamos y releamos, recordemosnuestra identidad, y gocemos nuestra cultura y riqueza lexical.
Aunque el diccionario fue creado para cumplir la promesa que estos jóvenes hicieron a su madre antes de morir, no descartan la posibilidad que pueda servir como una obra que aporte a documentar la cultura lexical santandereana y colombiana.
“No pretendimos hacer un recuento de la jerga santandereana puesto que nuestro diccionario está enfocado en listar y definir las palabras y frases que nuestra madre usaba en su cotidianidad. Por eso, si usted es santandereano no se le haga extraño que no encuentre algunas palabras y frases populares de la región”, agregaron.
De este diccionario, que ya se encuentra registrado ante la Cámara del Libro, se hizo una versión digital y una impresa de la cual se imprimieron alrededor de 50 copias que fueron entregadas a familiares y en algunas bibilotecas del país.
“Este proyecto no tiene fines comerciales, por lo tanto, solo imprimimos algunas copias físicas para los familiares más cercanos y otros los dejamos en la Biblioteca Nacional y en el Centro de Historia de Zapatoca. Además, la versión digital la compartimos por correo con amigos interesados en conocerlo”, comentaron.
Por el momento, los hermanos Díaz Rueda esperan seguir dando a concoer su creación en Santander, por eso esperan hacerlo llegar a la Biblioteca Pública Gabriel Turbay, y en la de diferentes universidades que estén interesadas en tenerlo.
“No descartamos que con el tiempo pueda interesarle a una editorial y llegar a reproducirlo a mayor escala para poder darlo a conocer como un aporte a la cultura de Santander”, puntualizaron.