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Su señor padre José María, habiendo nacido en San Vicente, casado con zapatoca, caminó la geografía de la tierra nativa buscando el sustento,  paseó a su familia “del timbo al tambo” hasta que unas tapias que construía: cayeron sobre su humanidad dejándolo  “valdao”.

Aprendió un oficio que no necesitaba fuerza físicas. Solo talento, ingenio, destreza y dedicación. Como nadie lo enseñaba: aprendió sastrería, desbaratando su propias prendas y volviéndolas a coser. A uno de sus 10  hijos, PABLO EDUARDO lo envió al Colegio León XIII, de los padres Salesianos. En Bogotá se recibió, con honores, como sastre diplomado

Durante  su estadía en Barichara, un 22 de FEBRERO, su esposa Ana Dolores dio a luz a otro de sus hijos, a quien bautizaron LEONARDO.

Muy jovencito, continuando la tradición pueblerina de que por lo menos un miembro de cada familia, de la ciudad Levítica de Colombia, Zapatoca, Santander, de donde fue oriunda la señora Ana Dolores,  LEONARRO ENCISO PRADA optó por iniciar la carrera religiosa, con el beneplácito de sus progenitores y la vocación de servicio que le inculcaron en el hogar.

Una vez culmino sus primeros estudios, en el Seminario Lasallista, la comunidad de los Hermanos de las Escuelas Cristianas lo envió a la escuela europea de formación, ubicada en Lille, Francia

En esa tierras, el Hno Andrés Leonardo, nombre que le ordenaron en la comunidad, aprendió Francés, idioma que escribió y habló , con todo fluidez hasta su muerte.

Igualmente, educó su voz para el canto y se formó en dirección de grupos corales  y cimentó su vocación religiosa.

Un día, ya en Colombia, el Hno. Leonrdo Enciso Prada logró que monseñor Salcedo, fundador, alma y vida de Radio Sutatenza conformara una coral radial, bajo la batuta del lasallista formado en Lille.

Fue de los primeros Hermanos Cristianos que uso el llamado cleriman, en Colombia, cuando la comunidad le permitió dictar clases del idioma de Víctor Hugo, en la ALIANZA COLOMBO-FRANCESA de Bogotá.

Designado profesor titular del Colegio La Salle  y del Instituto Técnico Central, de la Capital Colombiana, participó en la formación de varias generaciones de colombianos.

Años después lo enviaron a los colegios Lasallistas de San Andrés Isla, y de Cartagena del Chairá.  Paradisíacos lugares de su Colombia natal.

Avanzado en su edad plateada, en la finca para retiros espirituales, “San José de Guausa”, Cra. 7 Km. 21 vía La Caro, se le permitió retornar a sus niñez agropecuaria, de la finca paterna “Las Puentes”, criando para sus hermanos, especies menores y  tal cual un dedicado apicultor empírico cuidando las abejas del lugar.

En la senectud se retiró a la Casa para los Hermanos Mayores Lasallistas, en Fusagasugá, Cundinamarca.

Cada año, hasta 5 antes de su muerte visitó a su parentela santandereana, manteniendo, igualmente, permanente correspondencia con sus hermanos y sobrinos.

Fue un enamorado de la belleza, la poesía, el campo, las aulas, la vida y su religión. Ejemplo para, este su sobrino, quien no logró ser, como el lo soñara y lo escribiera: “su versión corregida y aumentada”,  LEONARDO ENCISO PINILLA.

Esta es parte de su familia, en los 50 años de feliz matrimonio de su padres: