Ganó dos premios en el Festival de Berlín, convirtiendo a Carla Simón en la gran revelación del cine catalán
La dedicación, el oficio y la sensibilidad de Carla Simón han confluido en una película extraordinaria, Verano 1993 , la gran revelación del cine catalán de 2017
Además de ir sumando espectadores a lo largo del año, Verano 1.993 ha recogido premios en diferentes festivales internacionales y ha comenzado la carrera de los Oscar después de que fuera seleccionada como candidata de la Academia del Cine Español.
Para llegar a optar al Oscar a la mejor película de habla no inglesa aún debe superar dos fases en que deberá convencer a los miembros del comité del premio. Tanto si lo consigue como si no, Verano 1993 ya está haciendo historia.
Todo comenzó en Berlín
El año de Verano 1993 comenzó el Festival de Berlín, en la que ganó dos premios: el del jurado de la Generación KPlus y, más importante, el de la mejor opera prima . Efectivamente, el debut de Carla Simón cautivó un jurado que supo valorar una película protagonizada por David Verdaguer, Bruna Cusí y las niñas Laia Artigas y Paula Robles. Un debut, por cierto, autobiográfico, porque relata la historia de Carla Simón, que cuando tenía 6 años, y después de perder la madre y quedarse huérfana, fue a vivir con los tíos y la prima. La directora barcelonesa explica un trozo de vida que quedaba oculto bajo el esplendor de la Barcelona olímpica. Era una realidad marcada por el sida y por el estigma, por la incomprensión y la incertidumbre.
Para entender ese momento, Carla Simón hace un viaje al mundo de la infancia acompañada por la sensibilidad y la inteligencia emocional, y levanta una película construida desde una cuidadosa distancia, huyendo del dramatismo y concediendo el protagonismo a la mirada de una niña, Frida, que es ella misma intentando entender la ausencia de la madre y el encaje en una nueva familia. Por ahora, y después de premios en Berlín, Málaga, Buenos Aires, Estambul y Odessa, Verano 1993 ya es favorita en los Gaudí y los Goya.