Champions League . El Ajax anula el efecto Cristiano, para eliminar a la Vecchia Signora.
Otra hazaña de los holandeses, que barrieron a la Juventus del campo: Cristiano volvió a marcar pero los de ten Hag remontaron con todo merecimiento y los goles de Van de Beek y De Ligt.
No, lo del Bernabéu no fue casualidad: de este Ajax nos acordaremos durante décadas. Este grupo de discípulos de Cruyff que “defiende avanzando” volvió a enamorarnos en Turín, como lo hizo en Madrid, barriendo del césped al pragmatismo de Allegri y a la Juventus. Cristiano una vez más había cumplido, pero ni sus goles han sido capaces de romper el gafe de la Vecchia Signora con la Orejona.
Y eso que en los primeros minutos, los de Ten Hag parecían casi temerosos, como demostró Onana que por poco no hizo un Karius ante la presión de Emre Can. Las cosas empeoraron cuando a Mazraoui se le giró el tobillo y tuvo que abandonar el campo: los holandeses, que ya renunciaban a Tagliafico por sanción, se quedaron sin ninguno de sus laterales titulares. Y con Veltman y Sinkgraven, no es lo mismo
En su peor momento, el Ajax de repente empezó a crecer. Su presión aumentó y la calidad de su toque se volvía a ver: tras una preciosa combinación (con taconazo incluido) entre Tadic y Neres, Van de Beek se encontró solo ante Szczesny, pero chutó alto.
También la Juve renació mientras sufría: Dybala lo intentó desde fuera del área y poco después, como siempre, apareció Cristiano. El exmadridista empujó en la portería con la cabeza, corriendo, un córner de Pjanic, firmando su tanto número 42 en la Champions League a partir de los cuartos de final. El VAR comprobó la validez del gol por una posible falta de Bonucci sobre Veltman, pero fue De Ligt el que tumbó a su propio compañero en el intento de pillar a Ronaldo, que se le había escapado.
Pudo ser el mazazo definitivo, pero los de Ámsterdam se levantaron enseguida. Con algo de suerte: un remate equivocado de Ziyech se convirtió en una asistencia para Van de Beek, que esta vez no falló el mano a mano con Szczesny.
La reanudación empezó con una mala noticia para los bianconeri, que perdieron por lesión a Dybala, sustituido por Kean. Llegarían muchas más para Allegri, que perdió totalmente el control del partido: los de ten Hag llegaban al área local como cuchillo en mantequilla, y lo hacían con jugadas preciosas, fieles a su estilo.
Dos milagros de Szcesny y una estirada de Pjanic solo aplazaron la condena, que al final firmó De Ligt. El defensa se vistió de Cristiano, saltó entre Alex Sandro y Rugani y con un imperioso testarazo tras un córner de Schone marcó el merecidísimo 1-2.
Quedaban más de 20 minutos, pero no hubo reacción juventina: el Ajax pudo marcar el tercero varias veces (lo hizo con una preciosa rosca de Ziyech, anulada por fuera de juego), y la única emoción para la Juve fue una posible mano en el área de Blind, que no fue penalti. La Vecchia Signora se vuelve a despedir de la Champions y el Ajax sigue haciendo historia: como ante el Madrid, ganó el mejor y no el más fuerte.