Cannes. Festival de cine. “Muros, crueldad de los líderes, ignorancia y manipulación hacen del mundo un peligro, con situaciones propias de la Edad Media”: Alejandro González Iñárritu presidente del jurado

Clamor en Cannes contra un mundo  “parecido al de 1939”
El director mexicano y presidente del jurado del Festival de Cannes, Alejandro González Iñárritu (Laurent Emmanuel / AFP)

El mexicano Alejandro González Iñárritu, primer presidente latinoamericano del jurado de Cannes, abre el Festival con un potente discurso político

Los muros, la crueldad de algunos líderes, la ignorancia y, en consecuencia, la fácil manipulación de los ciudadanos han creado un mundo “peligroso” que nos devuelve a situaciones propias “de 1939”. E incluso “a la Edad Media”. Esto dijo el cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu al presentarse ante la prensa como presidente del jurado del Festival de Cannes. Y como primer latinoamericano que ocupa tal posición.

El tribunal que elegirá la película ganadora de la Palma de Oro y demás premios del certamen de cine más importante de Europa lo completan ocho miembros: cuatro mujeres y cuatro hombres de lo que seis son cineastas y dos son actrices. Se trata del griego Yorgos Lanthimos, el polaco Pawel Pawlikowski, la estadounidense Kelly Reichardt, la italiana Alice Rohrwacher, el serbio Enki Bilal y el francés de origen marroquí Robin Campillo como realizadores, y Elle Fanning (Estados Unidos) y Maimouna N’Diaye (Burkina Faso) como intérpretes.

Iñárritu aludió a esa multiplicidad de orígenes en el jurado como ejemplo de diversidad opuesto a la idea del reforzamiento de fronteras que Trump y otros dirigentes propugnan “por todo el mundo”, en todos los casos a través de discursos dirigidos “contra los más débiles, los más pobres, los más necesitados y los que huyen de la guerra y las violaciones”; contra gente que “arriesga sus vida para huir a través de desiertos y océanos”.

Los miembros del jurado de Cannes 2019.
Los miembros del jurado de Cannes 2019. (Mehdi Chebil / EP)

El director de Amores perros y Babel aludió por otro lado, y de modo implícito, a la controversia que enfrenta a los defensores a ultranza del cine en salas y los partidarios de abrirse a las producciones de Netflix y otras plataformas: un debate especialmente delicado en Cannes, donde estas compañías están ausentes debido a la exigencia del Festival de que sus filmes se exhiban en sala si quieren participar en la competición.

Iñárritu abogó por la paz y el realismo en la convivencia de ambas formas de ver películas, y afirmó que lo importante es que el cine llegue a todas partes. “Si hace doscientos años alguien hubiera dicho que un día la música de Beethoven se escucharía por unos pequeños altavoces en un coche de cuatro ruedas, le habrían dicho que estaba loco”, añadió en alusión a la posibilidad de ver un filme en la pantalla de un móvil. Él prefiere la experiencia de la gran pantalla en un cine, subrayó, pero insistió en tono conciliador en que no tiene nada en contra de otros fórmulas si con ellas se consigue llegar a un público muco mayor.

El realizador y sus compañeros en el jurado comparecieron ante los medios horas antes de la gala inaugural del certamen, presentada por el actor español Javier Bardem y la cantante anglo francesa Charlotte Gainsbourg. Y como película inaugural, una de zombies: Los muertos no mueren de Jim Jarmusch.

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