Ola de protestas en Latinoamérica contra políticas neoliberales
La inconformidad con las políticas de gobiernos apegados a la doctrina neoliberal en Latinoamérica toma auge por estos días y se refleja en marchas, paros, asambleas informativas y otras acciones en diversos países de la región.
En Brasil, miles de personas regresaron a las calles de más de 150 ciudades del gigante sudamericano para protestar contra las políticas de recorte presupuestario en educación y reformas del gobierno de Jair Bolsonaro.
La movilización, convocada por la Unión Nacional de Estudiantes con el respaldo de movimientos sociales y sindicatos, pretende superar en cifras a la huelga nacional que el 15 de mayo pasado estremeció a Brasil, donde más de un millón de personas salieron a las calles.
Esa manifestación contra el recorte del 30 por ciento del presupuesto en el sector Educación y los actos pacíficos de ese día, así como los de este jueves 30, también sirvieron de ensayo a la huelga general de los trabajadores contra la reforma del sistema de jubilaciones y pensiones, marcada para el 14 de junio, afirman los organizadores.
Asimismo, ayer en Argentina, miles de personas respondieron al llamado de la Confederación General del Trabajo (CGT) para expresarse en una huelga general contra las políticas de ajuste del Gobierno de Mauricio Macri.
Argentina estuvo paralizada. No funcionaron ni el transporte, ni las escuelas, ni los bancos, ni los comercios. Los hospitales atendieron sólo las urgencias.
Se trató de la quinta huelga general contra Macri que tuvo lugar cuando restan apenas dos meses para las primarias y cinco para las elecciones presidenciales.
‘La caída del empleo, del salario, consecuencias propias de esta política económica, el aumento tremendo de la pobreza, hoy desgraciadamente los índices nos dan la peor perspectiva de futuro’, apuntó Héctor Daer, referente de la CGT.
“Es el paro más fuerte y de mayor contundencia en la era de Macri, gracias a que lo convocamos todas las centrales de trabajadores y lo apoyaron todas las organizaciones empresariales, pymes, más todos los movimientos sociales del país”, dijo por su parte Hugo Yaski, secretario general de la Central de Trabajadores de Argentina al tiempo que destacó la cohesión sindical.
Este jueves, unos 33 mil profesores de colegios públicos en Bogotá, Colombia, protagonizaron un paro laboral en demanda de mayores recursos para el sector y mejoras en la atención de salud a los docentes.
El gremio de docentes en la capital colombiana señala que la Secretaría de Educación de la ciudad no ha respondido a una treintena de peticiones radicadas desde el pasado 28 de febrero.
Según la Asociación Distrital de Trabajadores de la Educación (ADE), abanderada de la jornada de protesta, el pliego de necesidades contempla garantías para los estudiantes en tema de matrículas, además de mayor financiación para la infraestructura escolar.
“El servicio de salud para los docentes cada día se agrava, no hay garantías para la protección de los profesionales, necesitamos que el Gobierno de soluciones a la crisis”, añadió el presidente de la ADE, William Agudelo.
En Honduras, desde hace más de un mes, médicos y maestros, a los que se han unido familias enteras, partidos y organizaciones políticas y sociales protagonizan diversas formas de protesta contra medidas lesivas a los trabajadores del sector de la Salud y la Educación.
A pesar del ultimátum del ministro de Educación, Arnaldo Bueso, quien dijo que sancionaría a los docentes que no vayan a las aulas, y la represión policial en manifestaciones masivas recientes, este día se sumarán a un paro general.
Las gremiales de Salud y Educación exigen la derogación definitiva de los decretos de Reestructuración y Transformación de la Educación y Salud, los cuales apuntan a la privatización.
Los manifestantes expresan que los decretos ejecutivos son instrumentos jurídicos utilizados desde Casa Presidencial para perseguir, destituir y nombrar el personal que labora en ambos sectores a su antojo.
Lo cierto es que, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la erradicación de la pobreza y la pobreza extrema, así como la reducción de la desigualdad, en todas sus dimensiones, continúan siendo desafíos centrales para los países de América Latina.
Aun cuando la región logró importantes avances en este ámbito entre comienzos de la década pasada, y mediados de la presente, desde 2015 se han registrado retrocesos, particularmente en lo que respecta a la pobreza extrema.
A partir de ese año se deterioraron importantes indicadores laborales: aumentaron las tasas de desocupación y se interrumpió el proceso de formalización del empleo que había tenido lugar en diversos países en los años anteriores, asegura la Cepal.
El regreso de gobiernos neoliberales a la región viene echando por tierra la red de protección social que se amplió y fortaleció en Latinoamérica a partir de comienzos de la década de 2000. Esta ola de protestas es solo una respuesta a ese resurgimiento del neoliberalismo preñado de políticas que apoyan una amplia liberalización de la economía, las grandes reducciones del gasto público y de impuestos, así como disminución de la intervención del Estado en la sociedad y economía en favor del sector privado. (Prensa Latina)