Tour de France 2019. Terminada la 2a etapa, los colombianos, en la general: Egan BERNAL a 20″, URÁN 28″, HENAO 1´03″ y NAIRO QUINTANA a 1´05″
El equipo holandés Jumbo ganó la contrarreloj y refuerza el amarillo de Teunissen.
El Jumbo dominó la contrarreloj por equipos y reforzó el maillot amarillo de Mike Teunissen, que llegó a este Tour como lanzador de Groenewegen y se ha encontrado con dos victorias consecutivas y sendos días de líder. De momento. Su triunfo también tiene consecuencias en la general, porque Steven Kruisjwijk pega primero y logra meter una veintena de segundos a sus rivales más cercanos en la clasificación.
El Jumbo-Visma batió por 20” al Ineos, que para quienes se hayan incorporado tarde a la temporada ciclista es el todopoderoso Sky de estos últimos años. La victoria vino acompañada de anécdota, porque el Ineos había sido el primer equipo en tomar la salida y sus integrantes estuvieron sentados en la silla caliente durante toda la crono: casi dos horas. Hasta que llegó el avión. Entre ellos lucían Geraint Thomas y Egan Bernal, los dos grandes favoritos, que cruzaron la meta por ese orden, lo que deja claro que los galones los lleva inicialmente el vigente campeón del Tour.
A un segundo del Ineos entró el Deceuninck.
Henri Desgrange inventó la contrarreloj por equipos como un castigo. Y para algunos corredores lo sigue siendo. El histórico patrón del Tour se cansó de los eternos paseos en grupo que luego acababan en una llegada masiva, y en 1927 convirtió las etapas llanas, un total de 15, en cronos por escuadras. No eran iguales a ahora, sino que salían en persecución cada cuarto de hora, pero la fórmula no funcionó y sólo se repitió en 1928.
El modelo actual no se instauró hasta 1954. Y para muchos ciclistas continúa siendo una condena. Un día de sufrimiento que debe pasar cuanto antes, con la menor penalización posible. La contrarreloj por equipos premia el esfuerzo colectivo, pero con consecuencias en la clasificación individual, lo que siempre abre debate sobre su justicia. Si preguntas a un corredor del Ineos, seguramente hablará maravillas. Pero si la respuesta la diera Romain Bardet, la cosa cambia mucho. Muchos consideran que el ciclismo es un deporte de equipo, se me ocurre el viejo Kas o el menos viejo ONCE, pero en el podio final sólo se corona uno. Contradictorio.
El castigo también lo sufrió el Movistar. Que Nairo Quintana, Landa y Valverde hayan cedido ya 1:05 respecto a Kruijswijk y 45 segundos con Thomas y Bernal, a estas alturas de película, en sólo 27,6 kilómetros, es un pesado lastre antes de haber pisado una montaña. Y la cosa pudo haber ido peor, porque las referencias de los dos primeros puntos intermedios proyectaban una hecatombe. El Movistar no ha hecho malas cronos por equipos normalmente, hasta ha ganado alguna en la Vuelta, pero desde que se marchó Castroviejo, el nivel ha caído.
Entre los candidatos a todo, sólo el Trek de Porte, a 1:18, y el mencionado Ag2R de Bardet, a 1:19, lo hicieron peor. Sí salvaron los muebles el Katusha de Zakarin, a 26”; el Education First de Urán, a 28”; el Groupama de Pinot, a 32”; el Bahrain de Nibali, a 36”, y el Mitchelton de Adam Yates y el Astana de Fuglsang, ambos a 41″. El danés Fuglsang, por cierto, soportó con entereza las heridas de la primera jornada.
El Jumbo vuela. Chiste fácil. Pero el avión no aterrizará hasta el domingo 28 en París.