Kathy Jacobs, modelo de 55 años quien “hasta hace seis meses trabajaba en un bar, limpiando mesas y fregando el suelo”
Se ha dedicado a la industria de la moda durante más de 30 años pero su carrera no ha sido inmune al fracaso. Este lunes su trayectoria profesional ha repuntado gracias a un desfile en bikini que la ha vuelto viral
Kathy Jacobs tiene 55 años y este lunes disputó contra otras 16 modelos la etapa final de la competencia para convertirse en el próximo rostro y cuerpo de la revista Sports Illustrated .
La modelo estadounidense ha trabajado durante más de 30 años en la industria de la moda, pero su trayectoria no ha sido del todo fácil y ha estado marcada por altibajos. De joven perteneció a la prestigiosa agencia de modelos Ford, en Nueva York. Sin embargo, por diferentes razones, ha tenido que dejar el modelaje en repetidas ocasiones. “Hasta hace seis meses trabajaba en un bar limpiando mesas y fregando el suelo“, relata. “Ganaba un salario mínimo en un trabajo que odiaba”, recuerda, pero añade que su filosofía de vida es “no rendirse nunca, sin importar lo que pase“.
Jacobs se apegó a este lema. Había competido el año pasado en la misma convocatoria pero ni siquiera pasó la primera ronda. Este año ahorró para pagarse un billete de avión y hospedaje en Miami. Además, tuvo que esperar más de ocho horas en una fila para poder tener una audición. Pero en esta ocasión acertó: pasó a la final.
Lo de Jacobs no es sólo una cuestión de belleza sino también de perseverancia. En este sentido, independientemente del resultado de la competencia, la modelo considera que ya ha triunfado: “Quería demostrar que las mujeres mayores de 50 años podemos ser como queramos y no tenemos que dejar que el mundo nos diga cómo deberíamos ser por nuestra edad”.
Además, admite que con los años se siente más segura y guapa que nunca. “De alguna forma nosotras nos parecemos a las mariposas, somos más hermosas en la segunda mitad de nuestras vidas”, afirma, pero añade que aceptar la edad no es fácil: “Tenemos que aprender a abrazar a los años y usarlos como una corona“. Sin embargo, su apariencia no se debe del todo a genética, sino también a una dieta y a un régimen de ejercicio, que practica principalmente con clases de danza del vientre.
La participación de Kathy en la final no sólo ha revolucionado su trayectoria, sino que también ha sido innovadora para la revista Sports Illustrated, que en esta convocatoria ha optado por salirse de lo convencional: el desfile lo abrió una modelo musulmana en burkini, también participó una modelo en silla de ruedas y una que padece alopecia y se quitó la peluca a mitad de la pasarela.
La revista, conocida por sus célebres portadas de chicas en bikini, se ha erigido como un icono pop por retratar un estereotipo de mujeres esbeltas, delgadas y jóvenes. Pero en los últimos años Sports Illustrated ha intentado redimir esta fama y ha incluido un abanico más diverso de mujeres entre las cuales debutó una modelo de 56 años en 2016 y también modelos de talla grande, conocidas como plus-sized, como la australiana Ashley Graham. Con este nuevo enfoque, la revista busca adaptarse a un sociedad cuya noción de belleza es cada vez más versátil y, sobre todo, incluyente.