Cataluña. ‘Tsunami Democràtic’
Se trata de una organización sin cara visible, que planifica acciones a través de las redes sociales y que defiende la autodeterminación de Cataluña por medio de la desobediencia civil no violenta.
Manifestantes en el aeropuerto de Barcelona tras el fallo del Tribunal Supremo, 14 de octubre de 2019:
Desde este lunes, el nombre de una nueva organización ha saltado a la opinión pública. Se trata de Tsunami Democràtic, plataforma que la población española ha conocido a raíz del llamamiento que hizo este lunes para colapsar el aeropuerto de Barcelona. La convocatoria, que fue seguida masivamente, se ha convertido hasta el momento en su mayor éxito, pese a que la jornada acabó en fuertes disturbios entre los manifestantes y la Policía.
Per què un #TsunamiDemocràtic?
La acción había sido planeada con anterioridad y solo esperaba a que se conociera el fallo de la sentencia del Tribunal Supremo, que condenó a penas de entre 9 y 13 años de cárcel a la mayoría de líderes independentistas encausados por el ‘procés’ catalán, para llevarse a la práctica.
Desde entonces, ha trascendido que el Ministerio del Interior se encuentra investigando esta organización, de la que todavía se tienen muy pocos datos.
¿Cómo nació?
El 2 de septiembre publicó un mensaje por primera vez una nueva cuenta de Twitter, @tsunami_dem, que en tan solo mes y medio ha acumulado más de 170.000 seguidores. Ese día la plataforma divulgó un comunicado en el que asegura que se pone en movimiento “para volver a generar esperanza” en el proceso hacia la autodeterminación, al que denomina como “largo y complejo”. Además, se define no como una organización, sino como “una campaña constante, continua e inagotable”.
Entre las acciones con las que se han dado a conocer a la ciudadanía catalana, están:
- Murales en el estadio de fútbol del F.C. Barcelona.
- Campañas de boicot contra empresas que, según esta plataforma, financiaron la “campaña del Estado español” contra el referéndum del 1 de octubre de 2017.
- Manifestacionesen aniversarios de sucesos importantes relacionados con el referéndum.
- Llamamientos continuos a emprender acciones de desobediencia civil.
- Sentadas en el interior de entidades financieras.
Poco a poco fueron haciendo llamamientos a la población para que estuviesen preparados para reaccionar cuando se conociese la sentencia del Tribunal Supremo, abriendo también un canal de Telegram que ya cuenta con casi 300.000 miembros, que coordinaron con una página web y un canal de Instagram. Así, fueron avisando de que “la respuesta que está preparada requiere una acción inmediata, pero no será solamente una acción concreta de un día”.
Este caldo de cultivo desembocó el día 14 de octubre, cuando se conoció el fallo del Tribunal Supremo, en un llamamiento a colapsar el aeropuerto de Barcelona que fue seguido masivamente y que tuvo lugar a la vez que cortes de carreteras y de vías urbanas en la capital catalana.
Pero ¿cuál fue su origen?
Según informan algunos medios nacionales, como el diario.es, la idea nació de media docena de activistas independentistas a principios del verano, bajo la idea de que la respuesta a la sentencia sobre el proceso secesionista de 2017 no podía ser tan solo una manifestación clásica.
“Una red como esta no se inventa, ya existía”, ha contado una fuente procedente de Tsunami a ese diario, que revela que centenares de los actuales participantes ya formaron parte de la preparación del referéndum del 1 de octubre.
Manifestantes protestando por la sentencia del ‘procés’ en el aeropuerto de Barcelona. 14 de octubre de 2019. / Emilio Morenatti / AP
Una vez diseñada la estrategia y cuando ya contaban con una red suficientemente preparada, presentaron la idea a los partidos y entidades independentistas en reuniones bilaterales, según cuenta un dirigente de una formación política que conoció este proyecto ya en agosto. Al parecer, las organizaciones mayoritarias dieron apoyo a esta idea, a pesar de no conocer todos los detalles.
¿Qué defiende?
Defiende la desobediencia civil, a la que define como “un acto político, público, no violento y voluntario que rompe una norma injusta y acepta las consecuencias”. “Si no se coopera con el poder, si no se le obedece, no puede haber dominación. Cuando tú pierdes el miedo, ellos pierden el poder. Es automático”, ha dicho en las redes sociales. Así, dice basarse en cuatro pilares: lucha no violenta, actitud, estrategia y acción, en contraposición a los cuatro pilares, según esta plataforma, del Estado: político-policial, judicial, ideológico y económico.
Sus reivindicaciones son la defensa del derecho de autodeterminación y de los derechos civiles, individuales y colectivos. Propugnan la no violencia y, para ello, ejemplifican sus convicciones con referentes internacionales ampliamente conocidos, como son las sufragistas o los movimientos encabezados por Luther King o Gandhi.
¿Quién está detrás?
Todavía no está claro quien se encuentra detrás de esta organización, aunque ya ha levantado las suspicacias del Ejecutivo del Estado. Así, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha afirmado que terminarán “sabiendo quien está detrás de estos movimientos del Tsunami Democràtic” y ha trascendido que su departamento ya lo está investigando.
El líder independentista Jordi Cuixart durante el juicio del ‘procés’ en el Tribunal Supremo Madrid, 12 de febrero de 2019. / J.J. Guillen / Reuters
Lo que se sabe es que el primero que utilizó esta expresión fue Jordi Cuixart, presidente de la organización civil independentista Òmnium Cultural, quien la usó ante el Tribunal Supremo durante el desarrollo del proceso que ha concluido con el fallo que ha dado lugar a la actual ola de protestas en Cataluña. Además, Cuixart es un referente de la sociedad catalana que defiende el concepto de desobediencia civil.
De momento, Tsunami Democràtic carece de portavoces o caras visibles y sus comunicados se realizan a través de las redes sociales, donde informan de las estrategias elaboradas por una matriz que elabora las acciones y mensajes a difundir.
Innovando en comunicación
El uso de redes sociales como Twitter, Facebook o Instagram sigue el patrón de movimientos anteriores, pero han añadido una innovación a través del uso de una app. Se trata de una aplicación móvil que no se puede encontrar en las páginas de descarga más conocidas y que debe contar con la validación de algún miembro para poder acceder.
A través de esta app coordinan a los participantes dando a cada uno una misión y racionando la información, de manera que sus miembros desconocen las misiones de los otros miembros.
El ingeniero Jaime Obregón ha descrito en un hilo de Twitter el sistema de coordinación a través de esta aplicación. Opina que la necesidad de que la app sea activada podría ser un “mecanismo de validación para evitar infiltraciones y operaciones de ‘falsa bandera'”. Así, también cree que hay “una pensada arquitectura informática para descentralizar y anonimizar la difusión de la información, y para empoderar a individuos coordinados a través de canales sociales que son indemnes al cierre de un dominio”.El independentismo catalán convoca cinco marchas a pie para protestar contra la sentencia del ‘procés’
Tsunami frente a CDR
La aparición de este movimiento parece que en cierta manera busca eclipsar el protagonismo que acapararon los Comités de Defensa de la República (CDR) que se activaron inmediatamente después de la celebración del referéndum de 2017. Estos grupos últimamente han incomodado a ciertas capas del independentismo, después de que se les relacionase con acciones violentas y de que hace apenas unas semanas algunos de sus miembros fuera detenidos por tenencia de elementos que podían ser utilizados para la fabricación de artefactos explosivos y que fueran acusados de estar planeando atentados.
Así, por ejemplo, tras la ocupación del aeropuerto, esta plataforma dio por finalizada la acción y llamó a sus seguidores a replegarse, una vez que los enfrentamientos con las fuerzas del orden habían comenzado a darse.
Aún así, hay quien considera que los CDR, bien como grupos o bien a título individual, forman parte de esta nueva organización.