En la presentación de “las Mujeres Valientes”, escrito con su madre, Chelsea Clinton se preguntó, por qué los periodistas solo “especulan con el futuro de los vástagos con apellido de marca”.

Hillary y Chelsea Clinton durante un acto de presentación de su libro en Filadelfia, EE UU, el 7 de octubre.

El libro e recoge historias de “100 mujeres valientes”, que van desde la monja literata del siglo XVII Sor Juana Inés de la Cruz a la activista del cambio climático Greta Thunberg, pasando por la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie, la defensora del abolicionismo Harriet Tubman, la activista por los derechos de homosexuales Edith Windsor, la Nobel de la Paz Malala Yousafzai o la presentadora televisiva Ellen DeGeneres.

El nombre no puede ser más apropiado para una obra redactada por la política que hizo historia al pelear por la Casa Blanca: The Book of the Gutsy Women (El Libro de las Mujeres Valientes).

Hija y madre coinciden en que si hay algo que necesita la historia son mujeres valientes. Cada una de las mujeres del libro ha peleado y ganado el tipo de victorias que ha allanado el camino del progreso para todas las demás mujeres, en opinión de las Clinton.

De la tourné literaria en la que están embarcadas Clinton y Clinton han salido ya varios titulares sabrosos. El primero despeja una incógnita momentánea pero deja abierta la interrogación para el futuro. Quizá cuando Chelsea sienta que ha cumplido con su papel actual —siendo este el de madre, esposa, escritora…—, se decida por volver a situar su apellido entre la clase política que ha construido la historia de este país de los últimos años.

El segundo titular tiene que ver con la historia interminable del affaire sexual que mantuvo el presidente Bill Clinton con la becaria Monica Lewinsky. A la pregunta en una de las presentaciones del libro de que qué era lo más valiente que había hecho nunca en el terreno personal, Hillary Clinton, 71 años, confesó lo siguiente: “Oh, Dios, creo que la cosa más valiente que he hecho fue tomar la decisión de permanecer en mi matrimonio”.

La reacción de Chelsea fue la propia de una hija, por mucho que esta esté acostumbrada a ver los trapos sucios de sus padres lavados en público. “¡Oh, Dios mío!, creo que estoy tan abrumada por la respuesta de mi madre que no tengo palabras”. “Estoy muy orgullosa de ser su hija”, acertó a decir. Cuando Chelsea Clinton superó ese momento aportó su propia definición de ser valiente en su aquí y ahora. Su papel más importante es ser madre de sus tres hijos. “Así que voy a tratar de ser valiente todos los días”.

En el terreno profesional, mamá Hillary está segura de que lo más valiente que ha hecho es postularse para la presidencia de Estados Unidos. Después de eso, la valentía ha estado en seguir adelante. “Levantarme todos los días y seguir adelante”. Como una mujer valiente.

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