Woody Allen: “García Márquez quería que Kurosawa hiciera la película de Cien años de soledad”

Woody Allen: "García Márquez quería que Kurosawa hiciera la película de Cien años de soledad"

A propósito de la anunciada versión para Netflix del libro que narra la historia de la familia Buendía, el director neoyorkino reveló que al Premio Nobel colombiano —a quien conoció— siempre le rondó la idea de adaptar Cien años de soledad a la gran pantalla, y que el cineasta japonés era uno de sus predilectos para ello. Sin embargo, reconoce que es una tarea compleja. “Creo que sería difícil convertirla en una película, conseguir que tenga el mismo impacto que cuando la lees”.

A menudo el paso a la pantalla de las novelas, o cualquier historia pensada en principio para el soporte de un libro, suele ser un proceso complejo. El anuncio en marzo de la adaptación de Cien años de soledad, uno de los textos fundamentales en la obra de Gabriel García Márquez, como una serie para Netflix, fue comentado por otro personaje tan universal como el propio Gabo. Se trata de Woody Allen, el hombre a quien Umberto Eco definió en su momento como “el mayor talento cómico contemporáneo después de los hermanos Marx”.

En conversación con el cineasta español Fernando Trueba, publicada por El Mundo, el cineasta neoyorkino recuerda que en su momento conoció al premio Nobel. Y no solo eso, sino que revela por entonces rondaba en el aire la posibilidad de traducir al celuloide las desventuras del clan Buendía.

“Estuve con él y era fanático de mis películas -recuerda Allen-. Me sentí muy halagado. Y en ese momento él quería que Kurosawa hiciera la película de Cien años de soledad. Pero nunca se materializó. Nunca se reunieron, pero ése es el director que soñaba para filmar su novela”.

Pero hay un dato que el director de Manhattan olvida. En octubre de 1990, el narrador latino y el realizador japonés se sentaron frente a frente.  Ocurrió en Tokio, mientras Kurosawa estaba en pleno rodaje de su penúltima película, Rapsodia. García Márquez le comentó que había visto Barbarroja seis veces en viente años. Como una ironía del destino, la conversación giró en torno a las diferencias entre el lenguaje literario y el cinematográfico, y las dificultades de la adaptación del primero a la gran pantalla. “Los directores que hacen películas adaptadas no se dan cuenta de que es muy difícil de transmitir imágenes literarias a la audiencia a través de imágenes cinematográficas”, afirmó el cineasta en esa oportunidad.

Akira Kurosawa.

Un libro difícil

Por todo ello es que la afirmación de Woody Allen es interesante. No solo por imaginar el posible crossover creativo entre el escritor colombiano y el director de Los siete samurais, sino que aporta más luces sobre un asunto que a García Márquez le parecía espinudo. Simplemente, consideraba que su obra literaria era difícil de llevar al cine.

En palabras de Rodrigo García Barcha, hijo del escritor, quien está a cargo de la adaptación para la plataforma, “hubo intentos de cineastas, pero nunca hubo realmente ningún progreso porque Gabo nunca creyó, primero, que se pudiera hacer en una película o en dos”. Es probable que una tentativa, haya sido del director nipón.

“Que la obra se compusiera en tres o cuatro horas le parecía imposible, y luego por los gastos de producción y las necesidades de distribución, pues siempre había la sugerencia de hacerla en inglés, con actores de Hollywood (a Gabo le encantaba el cine de Hollywood, pero no quería que se hiciera en inglés) -detalla García Barcha-. Y como nunca sintió la necesidad de hacer una película del libro, pues entonces siempre se fue posponiendo, y nunca sucedió mientras él estaba en vida”, añadió.

A ello se añadía otra dificultad. En los tiempos en que Gabo estaba activo, el volver creíble ciertos pasajes de la obra parecía una tarea casi tan sobrenatural como los mismos. “El libro es famoso por algunos momentos de realismo mágico, pero esos momentos no son la mayoría del libro -detalla García hijo- Cien años de soledad es principalmente la vida y la aventura de una familia, sus historias humanas, el amor, la guerra, el tiempo y el envejecimiento; pero, claro, aquellos momentos de realismo mágico nunca habrían sido posibles como ahora, gracias a los efectos visuales que ya están disponibles”.

Opinión similar tiene Woody Allen. Para él, con el entusiasmo no basta. Afirma que la novela tiene rincones a los que es mejor dejar en la tinta. “Hubiera sido genial. Sin embargo, no sé si puedes convertir ese libro en una película tan fácilmente (…) recuerdo que hicieron El amor en los tiempos del cólera…Y no tuvo éxito. Y tenían ese libro maravilloso…Pero Cien años de soledad es tan icónico…Creo que sería difícil convertirlo en una película, conseguir que tenga el mismo impacto que cuando lo lees”.

“Él siempre quiso llevarme a Colombia, al Festival de Cine Colombiano -añade- y nunca fui”.

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