El relevo generacional del cine español desembarca en Buenos Aires
Pedro Almodóvar, Álex de la Iglesia y Alejandro Amenábar son algunos de los cineastas españoles más conocidos fuera de las fronteras del país ibérico. El festival Espanoramas, que arranca este jueves su sexta edición en Argentina, busca ampliar ese universo con la proyección de trece películas destacadas de 2019, entre las que figuran las dirigidas por nuevos referentes —La virgen de agosto, de Jonás Trueba, y O que arde, de Oliver Laxe, premio a la mejor película en la última edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata— y operas primas como La hija del ladrón, de Belén Funes.
La selección pretende “reflejar la España de hoy: un país moderno, plural, diverso y comprometido”, en palabras del consejero cultural de la Embajada española en Buenos Aires, Luis Marina Bravo. Algunos de los largometrajes se sumergen en la actualidad, entre los que está Varados, de Helena Taberna, sobre los refugiados que intentan llegar a Europa, el retrato de los millenials que hace Marina Lameiro en Young & Beautiful, y Vosotros sois mi película, el documental de Carlo Padial que invita a reflexionar sobre la erosión de la verdad en la era digital. Pero hay también cintas que miran hacia atrás, al revisar episodios de la historia española como la Guerra Civil, en La trinchera infinita, de Aitor Arregi, Jon Garaño y Jose Mari Goenaga, o la Transición, reflejada en la experimental Vestigios en Super-8: una crónica amateur de los años del cambio, de Elena Oroz y Xosé Prieto.
El festival Espanoramas muestra en su sexta edición largometrajes de Jonás Trueba, Oliver Laxe y Belén Funes, entre otros
El curador de Espanoramas, Fran Gayo, destaca la heterogeneidad de las películas programadas, ya que el festival ofrece un pantallazo de lo que fue el cine español en los últimos 12 meses. Aún así, cree que existen indicios de un relevo generacional que comienza a fraguarse. “Empezamos a ver un pequeño cambio el año pasado, una vía intermedia de cineastas con películas que llegan a otro lugar, como las de Jonás Trueba y Oliver Laxe, que en el futuro inmediato va a servir para que asistamos a una nueva renovación en el cine español”, asegura Gayo.
El festival se inaugurará este jueves por la noche con La hija de un ladrón, por la que Belén Funes obtuvo el premio Goya a Mejor dirección novel. Sara, la protagonista interpretada por Greta Fernández, es una joven de 22 años con un bebé que intenta armar una familia junto a su hermano menor, pero la reaparición del padre, tras pasar tres años en la cárcel, trastoca los planes. Fernández es una de las invitadas a Espanoramas, junto a Carlo Padial y al director y guionista Esteve Padial.
Cambio de sede
La película de animación Buñuel en el laberinto de las tortugas, de Salvador Simó Busom, y la colectiva 7 razones para huir son otros de los largometrajes destacados del festival, que se celebrará entre el 5 y el 11 de marzo en Buenos Aires. Por primera vez desde su arranque en 2015, Espanoramas traslada las proyecciones del Gaumont, cine bajo la órbita del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), al circuito comercial, como otros festivales internacionales, lo que supondrá una renovación del público.
Gayo considera que existen numerosos vínculos entre el cine español y el argentino, marcados por coproducciones y por la presencia de actores y actrices en películas de ambos lados del Atlántico. En los últimos años, la productora de Almodóvar, el Deseo, ha apostado por largometrajes argentinos como El Ángel, de Luis Ortega, inspirada en la vida del asesino Carlos Robledo Puch, y La cordillera, de Santiago Mitre.
El festival está organizado por la Embajada de España en Argentina, el Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA) y el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) del Ministerio de Cultura de España, en colaboración con el INCAA.