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Carlos Ramírez, es un comerciante Santandereano, que se quedó impresionado ante la presencia masiva de ciudadanos venezolanos que se movilizaban por la carretera Bucaramanga- Pamplona, en Norte de Santander.
Dijo que le ha sorprendido la “fila india” de población venezolana que viene hacia Bucaramanga, e inclusive llegó a pensar que era una protesta de la población campesina por los peajes que se van a instalar en ese corredor vial.
Argumentó que muchas de estas personas son menores que al igual que sus padres o familiares no tienen ninguna protección para coronavirus.
Lo grave de esta situación de migrantes, según este comerciante de Bucaramanga, es que la gran cantidad de caminantes se quedan en la ciudad, especialmente en el sector de la Avenida Quebrada Seca donde algunos se dedican al reciclaje de una manera desordenada, ya que dejan la basura esparcida por el lugar.