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Se me fue mi abuelo, con 96 años 7 meses y 20 días en la tierra.
Falleció como debe ser, de viejo, de una vida bien vivida
.Me duele mucho, pues fue a lo largo de mi vida, amigo, cómplice, alcahueta, profeta, profesor, luz en el camino, abuelo. Lo extrañaré sin duda, y lo recordaré con profundo amor, respeto y admiración. No puedo sino agradecer a la vida y a Dios por darme tantos años a mi abuelo.
Mi abuelo fue un campesino de Barichara (Santander), descendiente orgulloso de los indios Guanes, templado, fuerte, bravo, guerrero, amoroso, amante de la familia y de la patria. Un día amando a su madre como siempre la recordaba hasta hace pocos días, se convirtió en soldado y así comenzó su vida. A sus 19 añitos se enamoró de la mujer de su vida hasta hoy, Julieta (mi abuelita). Decidió seguir la carrera de las armas, como muchos campesinos colombianos encontró camino de progreso social como suboficial del ejército hasta llegar a Sargento Mayor.
No puedo decir que fue perfecto, no falta el que dirá que quizá fue prototipo del antiguo macho alfa, algo de mujeriego habrá sido (no lo sé), dicen que en otrora tenía la “mano multada” porque en otras épocas así se imponía en las controversias (no me consta). Pero me consta su amor profundo por Julieta, por mi mamá, por todos sus hijos. Fue un jefe de familia en todo el sentido de la palabra. Hasta sus días finales ejerció su rol de patriarca indiscutido. León de manada.
Mi abuelo fue un hombre real, tangible, franco, directo, hombre de fábula “invencible”, fuerte como el roble, romántico como el mejor bolero, audaz y emotivo como la mejor ranchera, hombre de pueblo y del pueblo siempre. Con el conocí las plazas de mercado, el sancocho de río, el riñón asado y la sopa de venas, su amor profundo por Colombia y sus campos.
De mi abuelo recibí, solo generosidad, solo amor, solo consejos, solo historias, y deberes con mi heredad y mi familia.
No me resta más que decir Gracias abuelo, gracias por haberte tenido. Espero honrar tú memoria con respeto por los demás, con amor por Colombia y sus FFAA, y con compromiso de servicio a nuestro país. Nos volveremos a ver en la eternidad. ¡Gracias por tú vida abuelito Samuel!
El ministro Juan Carlos Pinzón es el civil que más ha durado como Ministro de Defensa en la historia del país.
Asimismo ha asumido funciones delegatarias por un total de 79 días durante el periodo del presidente Juan Manuel Santos.