Triunfo electoral de la izquierda ultranacionalista en Kosovo

El partido de izquierda reformista y ultranacionalista Autodeterminación (Vetevendosje), encabezado por Albin Kurti, triunfó con el 48,19% de los sufragios en las elecciones parlamentarias celebradas el domingo en Kosovo. Autode­terminación duplicó sus apoyos en estos comicios, desbancando tanto a la Liga Democrática de Kosovo (LDK), que pasa a ser tercera fuerza parlamentaria, con un 13,4%, como al Partido Demo­crático de Kosovo, surgido de la guerrilla separatista que luchó contra Serbia a finales de la década de 1990, y que estuvo durante 20 años ininterrumpidamente en el poder, hasta el 2019.

TOPSHOT - Supporters of Vetevendosje (Selfdetermination) movement celebrate their victory in the parliamentary election in Pristina on February 14, 2021. - A left-wing reformist party was poised to dominate Kosovo's early parliamentary elections, exit polls showed on February 14, 2021, following a fiery campaign that tapped into fatigue and frustration with the political establishment. (Photo by Armend NIMANI / AFP)

“Estas elecciones han sido un referéndum sobre la justicia y el empleo y contra la corrupción y el robo de los recursos del Estado”, dijo Kurti en la noche electoral. La pandemia, que ha causado hasta ahora unos 1.500 muertos, ha exacerbado los males económicos y sociales de este país con 1,8 millones de habitantes, donde la tasa de paro entre los jóvenes es del 50%.

Albin Kurti, líder del partido, no podrá ser primer ministro porque lanzó gas lacrimógeno en el Parlamento

Los partidarios de Kurti acusan a los antiguos guerrilleros de haberse aprovechado de los primeros años de la independencia, declarada en febrero del 2008. Los que hasta ahora conservaban la cúpula del poder se han visto privados en esta ocasión de una figura como el expresidente Hashim Thaçi, inculpado el pasado noviembre de crímenes de guerra por el tribunal de La Haya .

Es el tercer intento de Kurti de hacerse con el poder, pero en esta ocasión no podrá ser nombrado primer ministro debido un ­fallo del Tribunal Constitucional que lo veta durante tres años. El líder de Autodeterminación fue condenado por haber lanzado gas lacrimógeno en el Parlamento.

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En las dos últimas elecciones, el partido quedó en cabeza en los resultados pero fue batido después. Su primer gobierno, surgido de los comicios –también anticipados– de octubre del 2020, cayó a los 51 días por una moción de censura introducida bajo presiones de Estados Unidos. Sus partidarios hablaron entonces de “golpe de Estado”.

Albin Kurti, de virulenta retó­rica antiserbia, es acusado por sus adversarios de devaneos “dictatoriales” y de representar una amenaza para la relación privilegiada entre Kosovo y Estados Unidos. No obstante, en la celebración en las calles de Pristina la noche del domingo aparecieron, como siempre, banderas estadounidenses junto a la enseña roja albanesa, la única que reconocen los albanokosovares (la oficial queda relegada a las sedes institucionales).

De 45 años, Kurti fue un líder estudiantil en los años noventa y organizó manifestaciones contra el poder serbio, por lo que pasó dos años en las cárceles de Slobodan Milosevic.

Conoció el interior de una prisión, propugnó disturbios y roció el Parlamento con gases lacrimógenos. Hoy, Albin Kurti está en la ‘pole position’ para liderar el próximo Gobierno de Kosovo tras el triunfo ayer de su partido reformista en las elecciones legislativas.

Anteriormente conocido como “Che Guevara de Kosovo” por sus tácticas radicales, Kurti elogió la “gran victoria” de su partido Vetevendosje (“Autodeterminación”) o movimiento VV, que el domingo obtuvo casi el 50% de los votos.

Su proyecto número uno será erradicar la corrupción que ha plagado a Kosovo durante más de dos décadas, según anticipó en campaña. “La antigua provincia serbia de mayoría albanesa, una de las regiones más pobres de Europa, tendrá un nuevo comienzo”, dijo ayer en la nieve de Pristina frente a sus partidarios, advirtiendo no obstante que la carretera estaría sembrada de escollos. “Nos espera mucho trabajo porque el país está atravesando múltiples crisis. El camino será largo“, continuó el carismático líder de gran talento como orador.

“Esta elección fue un referéndum sobre justicia y empleo, contra la corrupción y de la gestión de los recursos estatales”. VV recibió el apoyo del presidente interino Vjosa Osmani, de 38 años, símbolo de una clase política de nueva generación, que abandonó la Liga Democrática de Kosovo (LDK) de centro derecha.

ANTIÉLITES

Ambos han cristalizado las esperanzas de cambio tras el largo mandato de los ex comandantes de la rebelión independentista contra las fuerzas serbias (1998-1999), acusados de haber saqueado las arcas del Estado y de nepotismo. Con un nacionalismo ferviente y un programa de izquierda, Vetevendjose es desde hace tiempo una fuerza provocadora en el tablero político kosovar.

En sus primeros años, VV representaba a esa juventud que luchaba en las calles contra las élites del poder y la influencia extranjera en el Kosovo de la posguerra, vigilado por las misiones internacionales, encargadas de supervisar la transición democrática. Desde 2011, el partido ha ido ganando fuerza entre el electorado y en las anteriores legislativas, en 2019, quedó en primera posición. Pero el Gobierno de Kurti no duró ni dos meses, al ser derrocado por una moción de censura alentada por Estados Unidos. Sus simpatizantes denunciaron un “golpe de Estado”.

El ex líder estudiantil, de 45 años, se forjó una reputación en la calle, en los años 1990, organizando manifestaciones contra la represión que el régimen serbio ejercía contra la mayoría albanesa de Kosovo. Cuando aún era veinteañero, su activismo le costó dos años en las mazmorras de Slobodan Milosevic. Tras la guerra, Kurti se convirtió en una de las principales voces de la oposición, tanto a los dirigentes kosovares como a la comunidad internacional, con una encendida retórica antioccidental.

Ahora, tendrá que convencer a los mandatarios occidentales de que ya no es el líder de las revueltas de otro tiempo, mientras que el recuerdo de las gigantescas manifestaciones de VV, que en ocasiones derivaban en actos violentos, siguen muy vivos en Kosovo. En 2018, los diputados del partido reformista incluso lanzaron gases lacrimógenos dentro del Parlamento para protestar contra proyectos de ley.Más en El MundoLa orgía que llevó a Mike Tyson a su derrota más inesperada sobre el ringDieter Schwarz, el multimillonario dueño de Lidl que quiere desbancar a Mercadona

Para formar un gobierno de coalición, le bastará con el apoyo de los partidos que representan a las minorías, que disponen de 20 escaños, de los 120 que tiene el Parlamento. Si se convierte en primer ministro, tendrá que continuar con el difícil diálogo con Serbia, destinado a normalizar las relaciones con Belgrado, que se niega a reconocer la independencia de su ex provincia más de 20 años después de terminada la guerra. Con todo, Albin Kurti advirtió: “El diálogo [con Serbia] ocupa la sexta o séptima posición para los ciudadanos de Kosovo. Nuestra prioridad es la justicia y el empleo”.

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