FRANCIA. La izquierda intenta ser alternativa entre Macron y Le Pen
La izquierda francesa no se resigna a que los votantes, en las presidenciales del año que viene, vuelvan a tener solo dos alternativas: la continuidad de Emmanuel Macron o la elección de la ultraderechista Marine Le Pen. Una veintena de líderes ecologistas, socialistas y comunistas se reunieron ayer en un hotel de París para estudiar una estrategia común, un objetivo que se adivina difícil por el choque de ambiciones y las diferencias ideológicas profundas entre algunos de ellos.
La iniciativa del encuentro fue de Yannick Jadot, eurodiputado verde. Participaron el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure; la alcaldesa de París, la también socialista Anne Hidalgo; el secretario nacional del Partido Comunista, Fabien Roussel; el alcalde ecologista de Grenoble, Eric Piolle, y otras figuras de pequeñas formaciones de izquierda, como Benoît Hamon o Raphaël Gluckmann. El gran ausente fue Jean-Luc Mélenchon, líder de Francia Insumisa (LFI), que se encuentra de viaje político por Latinoamérica, a pesar de la pandemia. El partido de Mélenchon estuvo representado por el diputado Éric Coquerel.
Las ambiciones personales y las diferencias ideológicas hacen difícil un consenso ante el 2022
La izquierda francesa, además de muy fragmentada, lleva años de crisis. El PS, que fue durante decenios su principal aglutinante, quedó en una situación muy precaria como consecuencia de los años de François Hollande en el Elíseo y de las múltiples deserciones, entre ellas la del exprimer ministro Manuel Valls. Una de las figuras que se ha salvado es la de Hidalgo, reelegida como alcaldesa de París en coalición con los ecologistas.
Mélenchon, personaje histriónico y de modos autoritarios, difícilmente se avendrá a desempeñar un papel secundario. Él ya ha anunciado su propia candidatura al Elíseo en el 2022. Entre el resto sería teóricamente posible un pacto, pero hay mucho camino por recorrer para consensuar un programa y una candidatura . Ayer decidieron volver a reunirse a finales de mayo.
El sistema electoral a dos vueltas complica las cosas a la izquierda. La unidad sería imprescindible para tener alguna posibilidad de obtener al menos la segunda plaza en el primer turno y poder llegar así a la segunda vuelta. Según una reciente encuesta de Le Journal du Dimanche , el verde Jadot perdería por seis puntos en un duelo directo con Le Pen. Si el rival de la líder del Reagrupamiento Nacional (RN) fuera Mélenchon, la primera se impondría con el 60% de votos. La única que tendría opciones frente a Le Pen sería Hidalgo, y aun así la encuesta predice un empate. A la alcaldesa de París, no obstante, las encuestas le dan un porcentaje muy bajo en la primera vuelta.
Salvo que haya una sorpresa y la izquierda ofrezca un proyecto muy sólido, lo previsible es que se repita el escenario del 2017, un déjà-vu entre Macron y Le Pen que desmovilizará al electorado de izquierdas. El actual presidente no puede confiar tanto en el voto coyuntural prestado. Es un peligro, por la posibilidad –aunque todavía improbable–de perder, o de ser reelegido por estrecho margen, lo cual erosionaría mucho su capital político y margen de maniobra en el segundo mandato.