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El alijo lo puso al descubierto un sabueso de la Unidad de Antinarcóticos de la Policía Nacional cuyos agentes efectuaron la incautación, en la primera semana de septiembre, de un cargamento de 2.1 toneladas de cocaína que estaban mezcladas químicamente en 400 bultos de abono mineral que, de acuerdo con lo establecido por las autoridades,  se exportaría desde el puerto de Buenaventura hasta México.

Se trata de la empresa santandereana Abimgra, de propiedad del empresario Jesús María Serrano Prada, hermano del exparlamentario y dirigente del Partido Conservador en el departamento de Santander, Rafael Serrano Prada, quien es director y propietario del diario EL FRENTE de Bucaramanga y de algunas estaciones de Radio en el departamento de Santander, quienes se declaran víctimas no solo de los narcotraficantes sino de una andanada mediática en redes sociales, donde los responsabilizan falsamente de encabezar una poderosa red de narcotraficantes con estrechas relaciones con los carteles mexicanos.

Sin embargo, las evidencias recopiladas hasta el momento dan cuenta de que la historia no es por ahí.

La incautación

De acuerdo con los primeros informes públicos sobre el operativo, luego de varias horas de revisión saco por saco, el canino Alí dio una señal positiva para hallazgo de alcaloide.

Para constatar la existencia de la sustancia se efectuó el envío de muestras al laboratorio de Medicina Legal en Cali, procedimiento que terminó confirmando la actividad ilícita.

Una vez obtenida la respuesta del laboratorio, se pudo establecer que por cada kilo de abono mineral iba un aproximado de 100 gramos de cocaína mezclada, es decir que, de las 20 toneladas de abono un total de 2.115 kilos correspondieron al alcaloide que tenían a México como destino.

Luego de constatada la existencia del narcótico y establecida su cantidad las autoridades se pronunciaron al respecto: “Esta importante incautación representa un golpe contundente a las organizaciones narcotraficantes que a diario emplean nuevas formas para el tráfico transnacional de drogas ilícitas. Este resultado en particular deja una afectación para los criminales de alrededor de 37 millones de dólares”, expresó un portavoz de la Policía Nacional, quien señaló que en este puerto marítimo, la Policía Nacional ha logrado la incautación de 6,9 toneladas de cocaína en lo corrido de 2021, alcaloide que pretendía ser enviado a mercados ilícitos de Centroamérica, Norteamérica y Europa por grupos criminales al margen de la ley. Hasta aquí los datos preliminares.

Abono Made in Santander Una vez se hizo pública la incautación, las autoridades iniciaron las respectivas investigaciones para establecer la cadena de responsables que estarían involucrados en el ilícito.

Como es lógico, las primeras preguntas se efectuaron en las directivas de la empresa Abimgra, cuyo gerente, Jesús María Prada, abrió las puertas de su empresa para que se efectuaran las indagaciones de rigor, y de manera concomitante efectuó el respectivo denuncio ante la Fiscalía General de la Nación por un hecho que ahora funge como pieza clave para alegar su idoneidad.

Este hecho tiene que ver con la vulneración de las medidas de seguridad adoptadas por la empresa cuando se trata de embalar compuestos químicos, en otras palabras, los sellos de seguridad que se ubican antes de mover la mercancía de la empresa los desgarraron para posteriormente introducir el narcótico.

“Para la comercialización de nuestros productos, la empresa diseño y recibió aprobación del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA)  los empaques, elaborados en fibra trenzada de polipropileno, debidamente impresos como lo ordena la NTC 40 del ICA y la Resolución 150,  dentro de  los cuales se les introduce una bolsa plástica de polietileno de 180 micras, empaque necesario para evitar liberación de impalpables que producen contaminación,  en cuyo interior se deposita el contenido de los abonos, según la fórmula que cada empaque posee como contenido garantizado, bolsa que al tiempo de empaque se le hace un torniquete y sella con un anillo de acero colocado a presión con maquina neumática de fuerte sellamiento, inviolable sin romper la bolsa.  El saco se sella con cordón de hilo color rojo y negro, identidad exclusiva de nuestra empresa en sellamiento”, explicó el empresario Jesús María Serrano quien al ser indagado de cómo se enteró de la que involucraron su marca en el ilícito contestó: “Por noticieros nos hemos enterado de un decomiso o auditoría realizada a un cargamento de abonos orgánico minerales, según afirman los noticieros, en el contenido hallaron cocaína mezclada con el contenido”, indicó para luego detallar en la vulneración de las medidas de seguridad de las bolsas.

Sobre el destino de la carga Serrano Prada indicó: A mediados del mismo mes y año un señor de nombre Humberto De Jesus Uribe Holguin solicitó un pedido por 400 bultos que envió el 24 de marzo de 2021, cargamento que iba con destino a Guadalajara – Buga, para consumo nacional.

Con fecha 20 de agosto de 2021 el señor Uribe Holguin hizo un nuevo pedido por 480 bultos,  esta vez se le despacho del lote 21-06-01.


Una extraña solicitud

“Ninguno de esto productos llevaba certificación de origen, ni estaba autorizado exportación, su destino era uso nacional en plantaciones del país. No tenemos conocimiento si se utilizó o no,  ni conocemos al señor Uribe Holguín pues todo el relacionamiento lo hizo con nuestro ingeniero agrónomo, por teléfono o mensajes de texto.

Serrano Prada indicó que para el despacho del 24 de marzo de 2021 el señor Uribe Holguin solicitó se le cambiara el empaque interno por una bolsa de mayor resistencia pues la de nosotros de 180 micras dijo que se le estallaba y por ende necesitaba algo mejor, le ordenáramos por su cuenta la fabricación de una bolsa de 250 micras, para lo cual nuestro fabricante Uniplas le hizo 2000 bolsas, las cuales exigió esa nueva bolsa y se fabricó el abono  para despacharlo inmediatamente  y se envió enseguida, pero esta bolsa también fue sellada con anillo de acero en el torniquete.

Estos sucesos con toda la documentación que los soporta fueron enviados a la Fiscalía General de la Nación y a la Unidad de Antinarcóticos de la Policía Nacional, organismos donde iniciaron varias líneas de investigación en varias ciudades del país para dar con el paradero de los compradores de químico, quienes deben explicar la ruta de la mercancía, tras ser despachada desde Bucaramanga.  

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