DALILA GÓMEZ, la primera mujer Rom colombiana en tener título universitario, al Congreso.

Líder del pueblo Rrom, quien ha dedicado su vida a defender los derechos de los gitanos en Colombia y América Latina

Es una de las 100 mujeres más influyentes del mundo según la revista feminista española Pikara Magazine

Ha usado su capacidad profesional para garantizar que las mujeres del pueblo rom no terminen sin estudios, esclavizabas en labores domésticas y encerradas en sus casas

Antes de Dalila Gómez a las niñas gitanas las dejaban estudiar hasta noveno grado.

No había virtud en eso de acumular títulos.

Lo que busca un gitano para casarse es una buena mujer, que ojalá no supere los veinte años, y que sepa criar hijos, que forme un hogar. Dalila Gómez Baos rompió la tradición de las mujeres rom en Colombia.

Esta caucana de 40 años, perteneciente al clan Mijháis, decidió terminar el bachillerato y graduarse de Ingeniera industrial de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas especializándose en Gestión y Planificación Urbana Regional. Además a terminó su carrera de derecho en la Universidad La Gran Colombia.

Aunque es toda una precursora Dalila respeta la tradición por eso cada dos años se muda de casa para mantener la trashumancia.

Escucha con paciencia a los viejos que cuentan lo que para ellos eran los hermosos días en los que vivían en carpas en las afueras de las ciudades, iluminados con cabos de vela, dedicados a la adivinación, al comercio, a trabajar el cobre y el metal. Dalila, que vive hace más de diez años en Bogotá, habla fluido el romaní y es una especie de ídolo para las adolescentes gitanas que la tienen como ejemplo que quieren, como ella, conocer veinte países, llegar a ser la representante del pueblo rom en Colombia

En el país existen cerca de 8.000 gitanos.

En Colombia el departamento donde más alberga gitanos es en Córdoba. Allí están en los municipios de Sahagún y San Pelayo. En Sucre están en Sampués. Cúcuta Alberga a una gran población de Gitanos en el sector de Atalaya.

Desde 1971, cuando en París se realizó el primer Congreso Romaní, se instauró el 8 de abril para celebrar el día de orgullo gitano.

En 1997 el estado colombiano fue el primero en Latinoamérica que reconoció legalmente a los rom como minoría étnica. Ese día, en cada casa gitana, se comen los platos típicos de su cultura: repollos rellenos de carne molida y los famosos Sarnis de cerdo. Los más viejos, como el patriarca Tomás Cristo que alcanzó a vivir en carpas en las afueras de Soacha durante la década del 70, le ha expresado la preocupación que tienen de que las muchachas, al apostarle a la universidad, pierdan su cultura.

No existe nadie más preocupado en preservar la cultura que la propia Dalila. Ella diseña cada vestido que termina convertido en una declaración de principios. Nunca olvida que es la tercera generación de una familia llegada de Punjab, en la India y que el romanés, que habla a la perfección, viene del sánscrito. Igual se siente absolutamente colombiana. Puede con las dos cosas. Dalila también lucha para que exista un trato diferente a las gitanas en los colegios, donde se inculquen materias que tenga que ver con su cultura.

Para Dalila como para la mayoría de su pueblo, no existe el mañana, ni el ayer, sino tan solo el ahora. Amante de la literatura y de la historia, no tiene la pretensión de ser alguien, de quedar en el recuerdo de su pueblo. Solo trabaja a diario por los suyos porque lo siente como una vocación. Su trabajo libera las cadenas de la tradición.

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