David Díaz, un colombiano en el equipo del nuevo Nobel de Química

El estudiante de doctorado David Díaz, químico de la Universidad Nacional y oriundo de Fusagasugá, celebra con el nuevo Premio Nobel de Química Benjamin List.

Hace una semana anunciaron los ganadores de uno de los premios más importantes en el mundo de la ciencia.

En Química, el reconocimiento fue para dos científicos. Uno de ellos es Benjamin List, el alemán que abrió un nuevo camino en esa área.

Con él trabaja David Díaz, un colombiano que nació en Fusagasugá y está a punto de terminar su doctorado.

Cuando al alemán Benjamin List le anunciaron hace unos días que era el nuevo Nobel de Química, estaba en Ámsterdam (Holanda), de viaje con su esposa, la doctora Sabine List. Tomaban el desayuno cuando recibió un mensaje desde Suecia. Salió del lugar en el que se encontraba y contestó el teléfono. Pensó que se trataba de una broma. “Era como estar en un sueño”, dijo unos días después. “Tuve que inhalar y exhalar profundamente para sentirme sereno”. (Le recomendamos: 

En una entrevista que le hicieron, List decía que le dieron ese reconocimiiento por hacer una “economía atómica perfecta”. Es decir, lograr una “reacción química perfecta”, sin necesitar los reactivos tóxicos que se suelen utilizar y sin producir los desechos que causan las mezclas. A diferencia de muchos colegas, había logrado una reacción “elegante” y “hermosa”. “Nuestras moléculas tienen cierta belleza”, había señalado.

Junto al otro ganador del Nobel, David MacMillan, List había abierto un nuevo camino en el mundo de la química a principios del siglo XXI. En el 2000 publicaron, con solo un par de meses de diferencia, dos artículos que contribuyeron a crear otra ruta para hacer reacciones mucho más simples, limpias y baratas. La llamaron “organocatálisis”. Todo un universo por explorar, especialmente para la industria farmacéutica.

“No es que fuera un nuevo jugador en la química”, le dijo a The New York Times H. N. Chen, presidente de la American Chemical Society. “Tampoco era una nueva pieza. Ellos abrieron el tablero de ajedrez para que otros pudieran jugar”.

Para List, alemán, una de las razones que le permitieron abrir ese nuevo sendero fue la libertad con la que le han permitido trabajar. Según dijo a los organizadores del Nobel, gracias a eso ha sido creativo y ha cumplido sueños, algo que también transmite a su equipo de trabajo. “Les doy libertad. No soy un esclavista ni les digo que trabajen día y noche. Los animo a pensar y a disfrutar de la vida. Cuando tenemos que celebrar, lo hacemos; cuando alguien tiene un pequeño descubrimiento, tenemos una pequeña fiesta, como hace unas semanas, cuando cada estudiante trajo comida de su país y hablamos del respeto mutuo y la diversidad”, aseguró.

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