Vaticano. Gustavo FRANCISCO PETRO y el Papa FRANCISCO, reunión de tocayos

El candidato a la Presidencia por el Pacto Histórico fue recibido en Ciudad del Vaticano.

En compañía de su esposa Verónica Alcocer, Petro se encontró con su Santidad en una audiencia privada

Se trata de un hecho inédito en la agenda del Sumo Pontífice porque el jerarca de la Iglesia Católica suele reunirse con mandatarios en ejercicio, no con candidatos a la presidencia.

Sin embargo, recibió al aspirante en una charla de unos 45 minutos. En la que, además de las preocupaciones de ambos por el futuro del planeta en materia del medio ambiente, hablaron de la importancia de la paz.

Fue una charla en la que, trascendió, no se hablaron de temas electorales.

“La conversación giró alrededor del problema y la búsqueda de solución a la violencia en el país y el papel de liderazgo que asumiría Colombia en el contexto Latinoamericano para poder consolidar el esfuerzo y superación de la crisis asociada al cambio climático”, informó el equipo de prensa del líder de Colombia Humana. 

Gustavo Petro

Gustavo Petro en las puertas del vaticano.

Petro le llevó tres obsequios a Francisco: una hamaca típica del caribe, tres discos de vinilo de música colombiana y tres libros de Colombia: ‘Colombia : una
historia mínima’ y ‘Colombia: las razones de la guerra’, de Jorge Orlando Melo; y ‘Concentración de tierras en Colombia: una radiografía rural’ de Cristina Díaz y Ada Bayona. 

Tras la charla entre el papa y el senador, entró Verónica Alcocer García, su esposa, quien tuvo la ocasión de saludarlo.

Se trata de una reunión de gran importancia para Petro en su camino de fortalecer su agenda internacional.

En la primera se encontró con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, el pasado 10 de enero.

Esa reunión generó polémica en el país. De hecho, desde la bancada en el Congreso del Centro Democrático pidiendo a la vicepresidenta y canciller, Marta Lucía Ramírez, protestar por el encuentro.

Cabe destacar que Gustavo Petro, como Alcalde de Bogotá, ya se había reunido en julio de 2015 en el Vaticano con su Santidad, en el marco de un coloquio sobre ‘Esclavitud Moderna y Cambio Climático’, donde los mandatarios participantes suscribieron una
declaración que en su momento fue firmada por el Papa Francisco.

Según se conoció, el líder de la Colombia Humana pidió la cita de manera natural y por los canales normales a través de Luis Mariano Montemayor, quien es el Nuncio Apostólico en Bogotá. Nacido en Argentina, el prelado de la Iglesia Católica es, además, un amigo personal de su Santidad.

Ambos tienen una excelente relación personal y comparten las mismas inquietudes por la consolidación de la paz en Colombia. 

De hecho, el Nuncio ha buscado los acercamientos, de manera muy discreta, entre el Gobierno Nacional y la guerrilla del Eln para que busquen una salida negociada a la confrontación armada.

El papa, como se recordará, estuvo en Colombia dejando su mensaje de la enorme trascendencia de la firma del Acuerdo de Paz y, de hecho, en público, se mostró favorable a votar sí en el plebiscito.

¿Por qué y qué significa la reunión para ambos? Para el papa, sencillamente, la ratificación de sus preocupaciones por la situación en Colombia.

Es un tema que a él personalmente lo desvela. De hecho, él sirvió de anfitrión a un encuentro entre el presidente Juan Manuel Santos y el exmandatario Álvaro Uribe Vélez, para que cesaran las diferencias que los mantienen alejados.

Para Petro, sin duda, es un logro enorme porque amplía su credibilidad en los escenarios tanto interno como externos. Dentro del país, por el gran peso que tiene en muchos hogares la Iglesia Católica y, fuera porque sigue construyendo contactos de alto nivel.

Para Yann Basset, doctor en Ciencias Políticas del Instituto de Altos Estudios en América Latina de la Universidad Paris III – Sorbonne Nouvelle y profesor de la Universidad del Rosario, “Gustavo Petro está en una estrategia de “normalización” de su imagen para aplacar la resistencia que genera en ciertos sectores de la opinión pública”.

Por eso, Basset cree que hay mirar el encuentro en conjunto de la amplia agenda reciente de Petro.

“Por esto, ha tratado de acercarse a varios sectores invitando a políticos tradicionales a apoyarlo o dialogando con empresarios o economistas. Esta estrategia tiene un componente internacional, y ha tratado de aparecer con jefes de gobierno, como en España o próximamente en Chile para mostrar que tiene una estatura de figura internacional. Apareciendo con el Papa, manda este mismo tipo de mensaje, y al mismo tiempo, una señal hacia la comunidad católica”, dice el experto en política.

Mientras que el analista Andrés Segura, considera que Petro buscó con este encuentro “fortalecer una imagen presidencial” y en simultánea “apoyar la idea de lo inevitable de su triunfo.”

“Para Petro la Iglesia es clave para reforzar su giro espiritual que ha tenido su campaña. Este año. Era una necesidad para él tener este gesto”, dice Segura.

Una cosa es el Papa ignorando a Uribe, “como cualquier cristiano”, y otra muy diferente Petro en el Vaticano.

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